lunes, septiembre 11, 2006

Anoche
desvestí el pudor
(sólo sucedió)
cuando apareciste entre alientos
y te quedaste entre gemidos
susurrando entre dos almas empinadas
justo aquí en mi pecho
acariciando sus bordes con tu lengua
bordeando tu lengua con sus cumbres enhiestas,
la piel erizada como musgo tierno
mientras tus manos aún rozaban
los suburbios de mi cuerpo
y mis manos sosteniendo
la directriz de tus egos,
abracé el temblor naciente
felina y delicada,
entre caderas ondulantes,
miradas agónicas
y latidos sedientos.
En el centro…
una balsa errante
timoneada contra el viento
encallaba suplicante
entre arrecifes y desiertos,
bajé zigzageante por tus pliegues
arrinconando los sabores y los tactos
hasta oirte clamar por la razón que huía
hasta deleitar mis labios entre savias delirantes…
Busqué tus ojos en un intento ciego
Hasta abrazar la convulsión póstuma
rendida y victoriosa.
…entonces…
abrí mis ojos secos
ante el fulgor de la mañana
somnolienta y avergonzada
prometí no develarte el secreto
acerca de esta húmeda
y onírica conquista.
…hasta ahora…
En que la noche se derrama por mi cuerpo
y vuelvo a desplegar tus ausencias
robo al silencio su más pulcra esencia
y te busco conjurando al sueño…

miércoles, septiembre 06, 2006

Me vuelvo pájaro
Ave luz, incienso,
suspiro.
Me vuelvo raíz
Tierra, arcilla, tiempo,
gemido.
Me vuelvo sombra
Veneno, cansancio,
aullido.
Mas no puedo seguir
Jugando a las
Escondidas
Escabulléndome
En los silencios
Para no hacer frente
Para no encarar el miedo
Para volverme estaño
Ilegible copia de mis días previos
Insensata huida
Cabalgando
en el viento.