viernes, noviembre 10, 2006

Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen,
como siempre,
anunciándote,
Puedes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibio estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta donde está intacto sin tí,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí.

Mario Benedetti

sábado, octubre 28, 2006


Me sobran los segundos
Me faltan instantes
Huyo del ruido ahogado de estas noches
Abriendo más los párpados
Desmembrando los recuerdos
Que, como almas cabizbajas,
Rondan mis desiertos.
Me sacudo la agonía
Viviendo,
enciendo el silencio
despertando,
y me desespera el mundo que se sentó aquí en mi pecho
secando los suspiros
arrancando las raíces de mis sentidos
y los colgajos de miradas esparcidos.
Asumo el vértice de mis cadenas
las esquinas ciegas
callando,
Realizo el epitafio de esta historia
Robándole los fantasmas a la memoria
En interminables gerundios giratorios
Rodando, cerrando, amando
.

jueves, octubre 19, 2006

Esta noche sucede como un eco de viejas historias
la memoria me traiciona
para traerme sólo imágenes que no busco
pero que vuelven
y se repiten
sobreviviendo a todos mis argumentos.
Trato de evadir el vértigo y el temor
pero su voz es más fuerte y me vence
sólo puedo mirarla de frente
memoria que traiciona, memoria que no envejece.
Me visto de valiente y tomo mi escudo
Le doy la espalda al recuerdo
Ensancho mis pulmones con el aire de su partida
Y saludo con un beso al futuro
Y me arrojo al viento ya sin pausas ni demoras
Y en este vuelo de vida y de descanso…
voy aprendiendo a sacudir el polvo de mis hombros
y ya no pesan tanto
bordeo el abismo sin mirar el fondo
me seco los ojos de vez en cuando
al menos una tarde olvidé soñar
mientras me contaba las historias que yo misma he trazado
(bosquejando algunas fantasías para que no duelan tanto).

Esta noche alzo la mirada, detengo el aliento
el viento me acerca la sonrisa de Dios
y me contagia
atrapo entre mis dedos todo lo que busco de la felicidad
aunque sé que aún hay algo que duele,
algo que se escapa,
y algo que no vuelve,
me acurruco dentro de tus brazos,
bajo tus ojos,
entre tus labios
y huyen derrotadas y solas
mi memoria y mi soledad.

sábado, octubre 07, 2006

Amanece
No puedo evitarlo
La noche se desnuda
Van desvaneciéndose lentamente
Las migajas de misterio
que adornan la oscuridad
La magia, la irrealidad
Que se encubre en lo nocturno
Y fui tirando una a una las prendas
Que cubren este espacio mío
-te acercaste demasiado-
O quizás un leve roce
Una ráfaga de vida y de encanto
Te acercaste para contenerme
Para beber mis miedos
Y hacerme fuerte.
Hay quietudes inexactas
Movimientos generosos con la sensualidad
Hay un mutuo latido que se escapa
Pero una –sólo una- mirada
Una mirada sostenida en la distancia
Se derrama por mi cuerpo
Mientras las preguntas ahogan
Inválidos porqué
Acumulo ensoñaciones
Y quedo detenida frente a un segundo inagotable
Estimando el sitio compartido
Me siento a mitad de la vida
A contemplarte
A arriesgarme en tu imposible
A vivir la agonía del pasado bajo tu hombro
Y desplegar las alas de lo que está naciendo
Intentando un para siempre
O creando fuerzas para velar los restos.

lunes, septiembre 11, 2006

Anoche
desvestí el pudor
(sólo sucedió)
cuando apareciste entre alientos
y te quedaste entre gemidos
susurrando entre dos almas empinadas
justo aquí en mi pecho
acariciando sus bordes con tu lengua
bordeando tu lengua con sus cumbres enhiestas,
la piel erizada como musgo tierno
mientras tus manos aún rozaban
los suburbios de mi cuerpo
y mis manos sosteniendo
la directriz de tus egos,
abracé el temblor naciente
felina y delicada,
entre caderas ondulantes,
miradas agónicas
y latidos sedientos.
En el centro…
una balsa errante
timoneada contra el viento
encallaba suplicante
entre arrecifes y desiertos,
bajé zigzageante por tus pliegues
arrinconando los sabores y los tactos
hasta oirte clamar por la razón que huía
hasta deleitar mis labios entre savias delirantes…
Busqué tus ojos en un intento ciego
Hasta abrazar la convulsión póstuma
rendida y victoriosa.
…entonces…
abrí mis ojos secos
ante el fulgor de la mañana
somnolienta y avergonzada
prometí no develarte el secreto
acerca de esta húmeda
y onírica conquista.
…hasta ahora…
En que la noche se derrama por mi cuerpo
y vuelvo a desplegar tus ausencias
robo al silencio su más pulcra esencia
y te busco conjurando al sueño…

miércoles, septiembre 06, 2006

Me vuelvo pájaro
Ave luz, incienso,
suspiro.
Me vuelvo raíz
Tierra, arcilla, tiempo,
gemido.
Me vuelvo sombra
Veneno, cansancio,
aullido.
Mas no puedo seguir
Jugando a las
Escondidas
Escabulléndome
En los silencios
Para no hacer frente
Para no encarar el miedo
Para volverme estaño
Ilegible copia de mis días previos
Insensata huida
Cabalgando
en el viento.

viernes, agosto 25, 2006

Escribirte
que los paisajes cotidianos
se hacen constelaciones de espigas
donde la interminable esperanza (precisa, culpable)
asoma su galope como el eco de esta lágrima
que tiembla al borde del silencio
y de la noche...

martes, agosto 22, 2006


...Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos por si acaso
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo
a recordarte...
Mario Benedetti

viernes, agosto 11, 2006

...Hay 10 centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos...
Mario Benedetti

viernes, agosto 04, 2006

He caído muchas veces
sin estimar la profundidad del abismo
he vencido las noches de insomnio
y las amargas madrugadas,
he resistido la embestida del tiempo,
los látigos añejos,
el pulso y torrente de una historia martillada.
Mas he quedado sumisa en torno a tu frente
he quedado sometida a deslizarme
sobre este espejo tuyo que te refleja y te siente,
he descubierto la inquietud de tus pupilas
y el tibio contacto entre tu espacio y mi vacío.
He descubierto los mil sabores de tus besos
la textura perfecta de tus caricias
y la sublime melodía de tus latidos.
Y ahora,
barajo uno a uno los arcanos del destino
anticipo las verdades de tu rostro
descubro los miedos
aprendo a tenerte y no detenerte
acepto el irremediable desafío
de lo que quieras darme
ha caído sobre mi tu línea
tu extremo sin límites
la sabiduría de tus sentimientos y de tu pausa
y me ahogo en el vértigo que me impuso tu presencia.
Y ahora,
habitaré la ausencia de tus labios
con el estrecho espacio que queda
entre mi mirada y tu silencio
abrirá sus alas la nostalgia
me seducirá la muda complicidad de tu distancia
y bajo la sombra de mis miedos
contemplaré la soledad
desnudando los recuerdos.

domingo, julio 23, 2006

Esto es para ti
Para cuando sientas frío,
Para cuando busques la risa en vez del llanto.
Esto es para ti, amor de invierno,
De lluvias, de pájaros enamorados,
De lecho tibio
De ventanas empañadas por el calor
de las palabras.
Es para ti, porque no estarás mañana,
Porque los días ya no urgen en vivir
Ni las horas en pasar
desde que no estás.
Es por tu valentía,
Por tu ternura inmensa
Y tu hombría.
Por tu beso despertador,
Por tus inmadureces
y tus veteranías (diría Benedetti).
Es para ti porque
no existe nada más en este mundo
Que logre sacarme una palabra
Desde que no estás…
Porque aprendí
Que se puede nacer,
crecer
y morir
En tan sólo 21 días
y esta vez
no me resucitarás.


Duele amor...
duele el aire que entra...
duele el suspiro...
duele hablar...
tanto como callar...
duele mirar hacia adelante,
duele retroceder en el recuerdo,
duele cerrar los ojos y encontrarte...
duele abrirlos y no hallarte...
duele amor....duele tanto...

viernes, julio 21, 2006



Cómo hago para llevarte hasta el mar?
Despojarte de tu cuerpo y trasladarte como brisa húmeda
Sin equipajes…
Tan solo con esta paz gigante colmada de arena
Que me acompañes a respirar
Y vaciar las distancias sobre la espuma.
Te propongo soñar,
Acorralar las fantasías bajo la almohada
Sobrevolar los caminos y el paisaje
Y encontrarnos bajo el puente invisible
Que crearon nuestras manos.
Allí te besaré despacio,
Sin pausas ni tiempos compartidos.
Allí te encontraré –como siempre- sonriendo
Y me abrigaran tus ojos – como siempre- contemplando.

miércoles, julio 19, 2006

Acaba la pereza...los dias suenan a estampida
el calor de estas tardes auguran
que volvieron primaveras...
la agitación de estas mañanas previenen
ante el temblor de mis mentiras.
Y tras tu ventana juegan las tórtolas a conquistarse
y rehuirse
a seducirse desde lejos...
y yo las observo apretando la mirada,
conteniendo el silencio,
esperando...
que la vida les de una oportunidad...

jueves, junio 29, 2006

Una fría y húmeda tarde de Junio,
un Invierno eterno,
un sudor lánguido,
un hielo espeso.
No acabo de sentir esta inercia pura,
la calma donde se desenvuelven mis días,
las horas implacables que se suceden como torrente de tiempo perdido.
Que hacer? Acaso escribir mata el aburrimiento?
O aniquila poco a poco la inmovilidad de mi rostro, el lento vagar de mis pasos y la inutilidad de mis manos?...
corro a escribir como si fuera un refugio sagrado,
donde logro esconderme tras mis rejas y salvarme del abismo.
Que imprecisiones literarias! Cuanto pueden caber en las palabras sin llegar a decir nada!
Pero qué es lo que quiero decir?
Tal vez hablar de tu aliento que desgarra mis labios sin llegar a tocarlos.
Tal vez seducirme al calor de tu imagen que se repite indiscreta
O acariciar el fuego inmenso que desparrama el vuelo de tus manos
Tal vez rozarte con palabras
Tal vez acomodarme en tu regazo.
Tal vez vencer mi propio miedo,
Sucumbir ante el paisaje perfecto de tus labios
Reconocer mis ganas de verter de pronto todas mis antiguas soledades a tu lado
y plasmar - rompiendo el silencio, irrumpiendo en el tacto -
en la huella de estas palabras,
mi vulnerabilidad.


Algo oprime el pecho
una sed de decir lo que no puedo
ejerciendo la vulnerable esperanza de mis manos atadas.
Paciente me seduces a que apriete el alma
y mi llanto cae libre cuando todo duerme, cuando todo calla.
No se si alguna vez lograré llegar hasta tus ojos
irrumpir en las tempestades tibias de tu rostro
explotar bajo el naufragio, sobrevivir a los argumentos...
pero hoy descansaré bajo la sombra frágil de tu voz en mis oídos
crearé otros seres (nuevos seres) como tu o como yo
que nadie vio pasar
que no bendijeron la oportunidad de ser libres
(libres para asombrarnos, para juntar recuerdos, para esparcir las cicatrices)
Te acerqué a instancias de mi aire a recorrer mis imágenes
te dejé ir por el inalcanzable círculo que enmascara la grieta y la divinidad de mi alma,
después de abrazarte al abismo sagrado de mi piel que te llamaba
después de consternar atardeceres
repitiéndome a escondidas el sueño propio,
mis propias heridas.



Se ha abierto el horizonte, y pasas mirandome a los ojos
No hay nada que yo pueda decir que ya no hallan descifrado tus pupilas
Me sabes y me tienes
No tengo mas que lo que te doy….gota a gota,
sin sudores, sin este fuego que lleva tu nombre
y tu me miras… desde lejos y tan cerca
me miras pasar y no me detienes
te conformas con tan poco
con hacerme reir, con dejarme llorar,
sin exigir la piel que te pertenece
sin pedir la caricia que se anida
sin mis labios…
y yo…. Al otro lado de esta orilla
Sosteniendo mis cadenas Te veo estar,
Y te siento,
Y mi cuerpo urge en encontrarte
en conocer el roce de tus manos
la textura de tus besos
el temblor exacto
el suspiro inquieto
el furioso latido que se me escapa
cuando te escribo y te recuerdo….

jueves, junio 22, 2006


Llovieron los inviernos bajo mi umbral
se perfumaron primaveras…
el tránsito indiscreto de los años
cursaron como vagos espejismos… atolondrados
ahora que flirteo con otra década iniciante
me atraganto de ayeres
me visto de princesa quinceañera
y espero el beso-despertador
y los felices para siempres.
que llegan atrasados en el tiempo
cuan epílogo inconcluso
dejando el alma escasa y ausente.
Abro mis labios deseantes
Y me entrego rotundamente
al sueño…

jueves, junio 15, 2006

Dicen que saqué tus ojos
y quisiera que fuera así
para ver el mundo a tu modo,
Dicen que saqué tu perfil
que saqué tus piernas y tu nostalgia
y quisiera que fuera así
para caminar tras tus pasos dia a dia...
Hoy te miro y quisiera
que tú tuvieras mi memoria
y recordaras la alegría que me enseñaste
quisiera devolverte la sonrisa de aquellos años
y dar a tus sueños un nuevo aliento,
Hoy te miro y quiero
heredar tu más bello tesoro
aprender a amar como ese corazón de oro
que se anida en tu pecho y te acompaña
frágil, inseguro, cansado,
tal vez -precisamente-
por haber amado tanto.

viernes, junio 02, 2006

Viernes….casi noche…Por qué los viernes casi noche tienen aliento a bebida intensa, risa y madrugada?…
Así como los domingos al atardecer sudan nostalgia.

jueves, mayo 25, 2006

La última vez que lo vi
llevaba grabado un secreto,
lo llevaba en la frente y aun así nadie lo descubrió.
Pasó veloz, se diría que sus alas se abrieron, porque la brisa que emanaba de sus movimientos despejó el sol.
Tragó un gemido, se alisó el pelo, ese manantial de sedas que a veces le escondía un ojo.
Acunó sus pupilas en mi mirada, entonces supe que quería esconderme en sus alas. Sólo debía deshacer 15 años de mi historia, sólo debía volver a nacer.
La última vez que lo vi, se llevó mi secreto, grabado en los labios, sellado en un beso.

viernes, mayo 12, 2006

Mi vida ( versión original)
Mi vida es un lienzo a medio pintar, de paisajes renacentistas y retratos postmodernos, hay colores tenues y sonrisas en rojo escarlata. Hay uno que otro espejismo en estáticos tiempos. Hay dos o tres estrellas que amenizan la oscura noche y unos pocos anaranjados para darle el tono del ocaso. Hay caminos y rutas sinuosas, un par de lazarillos y un par de centinelas. Hay destellos de miradas y una lágrima que recorre de lado a lado el lienzo. La otra mitad esta aún en la irracionalidad del artista, concibiendo imágenes y mezclando tintes. ¿Llevará impreso el mismo estilo y el mismo trazo?

miércoles, mayo 03, 2006


Poco a poco se acerca el olor a arena húmeda y algas al sol, a espuma verdosa y albas alfombras de nácar, ecos de bramidos furiosos de un mar que no duerme y se agita frente a mi.
Te vengo a visitar soberano encantador de sirenas y delfines. Vengo de muy lejos sólo a olerte, a palparte, a sucumbir frente a tu imponencia. Vengo de donde tus gaviotas vomitan y se retuercen. Vengo a contemplarte. Vengo a suplicarte que me des algo de tu vida interminable y que ahogues de una vez mi dolor inmortal.

domingo, abril 30, 2006

Antes, justo antes del atardecer,
Me reservé el espacio que buscaba
Abri la mirada, esa siempre inquieta,
Consolé las soledades y busqué mis ojos nuevos
Necesité abrigar mis frios añejos y partí…
Afuera había mas colores de los que dibujaba cuando niña
Existían amontonados y risueños
A tientas busqué mi ropaje antiguo,
aun guardaba las medias y un sombrero.
Respiré tan hondo que el aire se hizo suspiro.
Y vi la magia y me habló la locura
No volví a bajar la frente, ni a saludar el suelo
Mas bien despejé las nubes con mis manos y besé el cielo
Atrás quedaron los odios en adioses
Y aquellos ceños cargados de misterios
Dejé a medio hacer el olvido
Mas se que volveré el otro siglo.
No cargué tus ojos, ni tu enojo
Olvidé en el rincón aquellos espacios compartidos
Me llevo si el álbum de besos y caricias
Ese que no llenamos nunca, pues nunca hubo tiempo,
Dejo mis tristezas y esas lágrimas errantes
La piel serena, las noches lánguidas
y mi lecho.

lunes, abril 24, 2006


Hoy vengo de un viaje extraño, de una revolución y no estimé el riesgo de acercarme demasiado. He robado los labios a mi inocencia antigua, me he vestido de rosa y puse brillo en mis pupilas, todo porque he vuelto a sentir el alardeo de gorriones en mi vientre, después de tantos siglos inventando besos y pasiones. Mi historia entera se convirtió en eco no hace tanto tiempo, y se repetía así misma en el letargo cotidiano, llenándose de sepias y recuerdos añejos. Mas hoy fui joven, mi piel retuvo la tersura de los veinte años, volvió a recorrer por mis venas la sangre ardiente, embriagando cada poro, cada nervio, a su paso. Mis ojos enmudecieron y mi voz enceguecida solo pudo salpicar una sonrisa, arrebatándole a la vida su más ferviente significado, toda la razón tomó sitial en el más lejano de los palcos, no se atrevió a comentar la tragedia sheaksperiana que se venía gestando. Y la piel y el sudor y el vértigo fueron los protagonistas y el sabor de las ganas y el latido furioso y sus manos. No me pesa la culpa más que mis cadenas porque su voz no dijo nunca “para siempre”, más bien inventé un instante sin tiempos ni alargues exhaustos. Hoy mi piel no tiene edad y mi deseo no envejece, capturaré los gorriones para que me canten mas tarde cuando el éxtasis y el fulgor del amanecer hayan pasado y retome los viejos ritos y mis letargos cotidianos.

martes, abril 18, 2006

Haciendo una clase de "Cambio y Resistencia" me veo hablando en la misma trayectoria de tantos otros que ya hablaron antes...de lo mismo. Me sitúo entonces en mis propias experiencias de cambio, en aquello que desearía cambiar y no puedo, y tambien en todo aquello que ha cambiado sin desearlo. Y vuelvo entonces a la misma elipsis tan característica de nuestra existencia...el ciclo inmutable de la vida. Pareciera que lo que cambia es aquello que estaba determinado a cambiar, y no más que eso. O tal vez, en una visión menos determinista, aquello en lo que pongo el esfuerzo y el cansancio. Sea como sea, no podemos predecir un cambio o al menos la dirección que éste va a tomar. Entre tanta palabrería surgen los más íntimos recuerdos de aquello que fui y soñé ser, en aquellas cosas que fui gestando para llegar a hoy. ¿Cuanto de lo que soy lo forjé en el camino?, ¿cuándo fue que me propuse ser lo que hoy me devuelve el espejo?. En la ruta de encuentros y despedidas me fui llenando de caras y corazones, más de alguno aportó con ingenuidad y copié tanto, de tantos. Me fui vistiendo de a poco, a veces rezongando otras riendo, ¿ cuando me puse la armadura? eso no lo recuerdo.
El caso es que he cambiado, y de seguro seguiré cambiando...¿hacia donde?, le preguntaré a mis pasos, tal vez tengan la brújula invisible de mis terrenos aún no explorados. Le preguntaré a mis manos, reflejos escritos de un destino ya trazado. Le preguntaré a mis ganas dónde quieren estar mañana. Le preguntaré a Dios, tal vez me quiera a su lado. O tal vez, me guardaré las preguntas y viviré despacio, para ver y sentir el preciso instante en que vaya sucediendo el famoso cambio.

jueves, abril 13, 2006



Un dia más de descanso...como planificar 24 horas más de ocio?, cuando el cuerpo urge en desplomarse, rendido, exhausto, por un siglo entero. Los Católicos usan estos dias para la reflexión y el silencio, o al menos asi debiera ser. Pero en base a lo acontecido gracias a NatGeo, parece que lo que debieran hacer es una gran celebración por el cumplimiento exacto de una de las más grandes profecías bíblicas; la pasión y muerte de Jesucristo, que en definitiva pudo ser realizada gracias a la oportuna y leal participación de Judas. Si esto fue como lo relata su propio evangelio, y existen muchos otros papiros aún por descubrir, estaremos al fin frente a la incertidumbre que nos permitirá comenzar a reflexionar como civilización sin pautas previas, sin reglas impuestas de como pensar, sentir, ver? Estará acercándose el dia del fin de los tiempos de la gobernación absoluta y letal de una Iglesia castradora y alienizante?. Cada vez que logro abrir los ojos un poco más, veo al mundo saliendo de la ignorancia y comenzando a preguntar...a mirar...a cuestionar, que feliz se debe sentir nuestro creador al ver como comenzamos a utilizar al fin su regalo mas preciado y único, nuestra conciencia. La que por milenios nos fue arrebatada, sobornada, enclaustrada en las catapultas mas profundas, para que no fuera ser que descubrieramos que somos libres. Hoy tal vez es el primer dia de los últimos dias, una muestra inexacta de lo que vendrá, pero doy gracias por ser testigo, y participar en la reconquista de nuestra memoria ancestral y de nuestra conciencia sabia y poderosa.

miércoles, marzo 29, 2006


Miedo..que es el miedo? El palpitar abrumador de un pecho que se enciende mientras el resto del cuerpo se congela?, como se siente el miedo?. A veces creo que es angustia, otras un simple cansancio. Pero siempre lleno de silencios. Por qué el miedo es tan solitario?. Aunque quisiera compartirlo, verbalizarlo, nunca encuentro la palabra precisa ni el sentido exacto. Vaga por mis venas y se acomoda en todas mis imágenes. Boicotea los proyectos, los mañanas, dejándome agazapada en un rincón de mi vida. Felino, ataca de un zarpazo directo, sin vaivenes, al centro de la seguridad, dejándola agónica, herida, asustada. La respiración agitada y las pupilas en explosión. La noche avanza, los fantasmas galopan y despierta el dragón. Y ahí quedo yo y mi conciencia inconsciente y aturdida, sola. Ridículamente sola, objetivamente acompañada. Solo bastaría mirar hacia fuera, las luces de una ciudad que duerme. Mañana despertaré valiente, sonreiré como una sobreviviente, caminaré más rápido, la frente abierta. Dejaré esta noche como un cuento o una pesadilla. Me salvaré de esta mente que tortura el cuerpo, no seré vulnerable , seré audaz y amordazaré mis miedos. Mañana...
Aqui estoy expandiendome, exhausta a mitad del murmullo, de las ganas, de aquel enorme poder oculto que se debilita entre las sábanas. He desestimado el peligro de tus labios y el intenso abismo de tu mirada. Voy mordiendo el temor entre mis dientes, mientras a un costado bebo mis lágrimas, no puedo cargar con el sudor de tu pecho, me pesa el destino y el deseo, atraviesas mis límites con un corage ciego, no has evaluado mis cadenas previas, el sitio exacto en que descansa mi anterioridad a ti.
Día intermedio…miércoles, a medio salir de la semana, a medio caminar. Y de pronto algo inesperado sucede, algo digno de fin de semana tal vez... Me encontré con sus ojos, parece que iban desprevenidos, demasiado resueltos. Hasta que se toparon con los míos y su mirada enmudeció. No pude saber que escondían detrás de esa lágrima. No me dejó enjugarlas y partió. Nada parecía de miércoles en la mañana, un día de trabajo como los dos de antes y como los dos que vendrán. Sin embargo sucedió, una tregua, una sorpresa, un día que ya no será como los otros, definitivamente ya no.

miércoles, marzo 08, 2006

A todas...hermanas, compañeras, sirenas....mujeres

"Sin dudas, sin vacilaciones; enojado, alegre o feliz, transpirando y temblando de frío o calor, de hambre o de sed, las saludo de todas maneras; porque me faltan, porque traigo sueños y recuerdos antiguos, desde cuando habitaba en tu vientre, un ajuar de amor y protección en el latir de tu pecho, mas tarde en tus manos, manantial de caricias y luego el destello irremplazable de tu piel, estrellando la mágica noche de mi soledad, inquieto presuroso y presuntuoso de
ambiciones. Tu, específicamente tu, en singular, que tienes todo lo que me falta, tu compañía, tu aliento, la estrella que tranquiliza mi frente.

A ti mujer... en cualquier etapa del desarrollo, sin color ni dogmas, sin edad ni tiempo, a ti, te saludo, por respeto, necesidad o obediencia, por mandato de la naturaleza o por lo insoportable de tu ausencia, porque sostienes mis propósitos, a Uds. en plural, ejemplares de belleza, de cuerpo, alma y corazón,
planta de vida y fragancia, de la poesía y del amor. Las más bellas del universo, las más valientes de la especie, capaces de negarse a la guerra y morir por amor, las que conciben amando, sin temor a la noche, desafiando los poderes añejos, desafiando truenos y aguaceros, postergando sueños y amanecidas, las que ovúlan la vida sin remilgos y la defienden sin medida, sudando en el trabajo, son echones derribando el trigo, hormigas tras el pan, y abejas tras el polen de la vida.
Y cuando la vida lo exige no dudan, ni vacilan en hipotecar la existencia, en herencia de los suyos, ellas son las flores más hermosas que adornan y perfuman la primavera del amor, son la sustancia más hipnótica de la alcoba, son toda la alegría de la fiesta, la mas ansiada locura entre las sabanas, la piel más excitante, las mas fieles en las lides del instinto... cuando miras a tu novio, cuando miras a tus padres, cuando miras a tus hijos, con los ojos húmedos derramando tu silencio, Recordando a tus abuelos, con tus nietos en brazos colmados de caricias, Uds. son la otra orilla de la vida, la otra ola de mí mismo, la compañera que te quema en llamaradas; y en tú sed, refrescante océano, la que llena tu brazo vacío, la que devuelve la sonrisa a tus labios desolados, la que te hace soñar y te sueña y....... también la que te destroza el corazón en espacios de crueldad, pero aun que llores grites patees y maldigas, no podrás vivir sin ella, en su dulce oasis, en su jardín de sueños, con su excitante perfume te seduce, y anhelante ladras a su piel. Si... y no me digas que no, que puedo pensar mal.

Hoy te invito a curar las heridas, a beber el mejor recuerdo de tu madre, de tu abuela y de tu nieta, salta conmigo al jardín más fértil y saludémoslas, cantando a todas sus virtudes y si no me quieres a compañar pues iré sólito...
y aquí estoy, cultivando jardines, cortando flores, bajando estrellas,
esculpiendo lunas, capturando imágenes,

Libélulas, Mariposas y vestidos de novias para asistir al compromiso donde nace
la vida.

Para Uds. felicidades"
Hector Torres
Proyecto cultural sur, Montreal

martes, marzo 07, 2006

Pudo ser...
pero ya ha pasado demasiado tiempo...
y el tiempo es implacable, es irónico y frio
espera y ataca.
Destruye hasta los sentimientos más profundos
hizo pedazos este (aquel) amor.
Y yo pensaba en lo eterno cual si eternos pudieran ser dos mortales sentimientos
y pensé en el amor cuando me decían "El tiempo todo lo cura"
No quería que curara esta herida!...No quería!
mientras sangraba me sentía viva,
tenía lágrimas entumecidas y el alma ardiendo
en cambio ahora...
Maldito tiempo!
destructor de promesas (yo prometí amarlo para siempre)
verdugo de ilusiones
si yo sentía....
¿qué pasó ahora con ese vértigo?
¿que hago ahora con un corazón seco?
Maldito tiempo!
si yo lo amaba
y temblaba mi alma entera cuando él hablaba
¿que pasó ahora con su voz ...que ya no tiemblo?
Maldito tiempo!
¿Quién te pidió que te interpusieras y me adormecieras...?
"El tiempo todo lo cura...todo lo borra...todo lo mata...todo lo olvida...todo lo sana..."
¡Quién dijo que yo quería ser sanada!

jueves, febrero 23, 2006


La Canción de las Personas

Cuando una mujer de cierta tribu de África
descubre que está embarazada, se va a la selva con otras mujeres
y juntas rezan y meditan hasta que aparece la “canción de la nueva criatura”.

Cuando nace el bebe, la comunidad se junta
y le cantan su canción.

Luego, cuando el niño comienza su educación,
el pueblo se junta y le cantan su canción.
Cuando se convierte en adulto, la gente se junta nuevamente y canta.
Cuando llega el momento de su casamiento la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando su alma está por irse de este mundo,
la familia y los amigos se aproximan y,
al igual que en su nacimiento,
cantan su canción para acompañarlo en el “viaje”.

“En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual se canta la canción.

Si en algun momento de su vida la persona comete un crimen
o un acto social aberrante, lo llevan al centro del poblado
y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor.

Entonces le cantan su canción".
“La tribu reconoce que la correción de las conductas
antisociales no es el castigo;
Es el amor y el afianzamiento de su verdadera identidad.

Cuando reconocemos nuestra propia canción
ya no tenemos deseos ni necesidad de perjudicar a nadie."

"Tus amigos conocen "tu canción"
Y la cantan cuando tu la olvidas.

Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imagenes que muestras a los demas.
Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo;
tu integridad cuando estás quebrado;
tu inocencia cuando te sientes culpable
y tu propósito cuando estás confuso.“


Tolba Phanem
Un suspiro desventurado
con dolor blando y sincero
salvaje
estupefacto
ansioso
verdugo de las pobres ilusiones
corniza endeble del último recuerdo.
Subiré al borde de la lluvia para calmar las ruinas de mi sonrisa
enterrando cuantos milagros quepan bajo la tierra infértil.
Todo se enmudece
con el último e infinito suspiro-aliento
y contemplo la desnudez, los gritos,
el interminable abismo que se lleva lo que no alcancé a buscar.
Llevo los ojos prisioneros sobre la oscuridad de mi vacío
me permito exhalar el destino de mi propia resurrección
con una causa que se me repite y se me atraganta
como un sueño donde convergen ambas lunas
donde las soledades tengan dos miedos para oirse
donde la tristeza no caiga húmeda por la mejilla
donde mi sombra de un salto y se separe de mis pies
para dejarme a solas con mi soledad.
Ha pasado ya tanto tiempo
Y la tristeza se acumula como polvo sobre mis hombros
Como tierra húmeda que pesa
Que se abalanza sobre mi cuerpo y me empapa y me oculta
Y las lágrimas lavan esta coraza
Dejando un fino surco entre mis senos
Por donde pasará la sangre de esta herida
Que se abre y se abre cada vez más en mi pecho.
Luego,
La sangre bajará por entre mis piernas
Por entre los muslos - ayer firmes- que te abrazaban y te envolvían
Que susurraban en un roce suave con tu espalda
Y bailaban en tus movimientos
Para hacerme temblar, palpitar, estremecerme.
Mientras ahora, ausentes tus formas,
Mi piel sólo responde a la caricia de esta sangre mia
Que resbala y salpica.
¿Dónde estás?, quiero hablarte, necesito hablarte
necesito despejar fantasmas y recuerdos
limpiar de ironías las palabras
limpiar el pasado y sus mentiras
limpiar de tu piel sus caricias
y hacernos vivir una nueva historia, otra historia
lejos ya de nuestra pre-historia.
O tal vez sólo quiero olvidarte
Quiero desgarrar de mi carne esta espina que duele y sangra
Que se envuelve de nostalgias y tu rostro ausente.
Y ya no tengo fuerzas ya no tengo armas
Y te dejo ir,, te veo ir
Y la distancia es una zoga en mi garganta
Que mientras más te alejas más ahorca
Hasta aquel momento, no tan lejano,
En que mis pupilas ya no logren alcanzarte
Y me falte el aire...
...entonces,
el último suspiro y el agónico latido
viajarán como un eco a través de esta fina y transparente línea hasta tus oídos
y se depositarán allí como un roce de labios
y entonces sabrás que al otro extremo de esta línea
mi amor ha muerto...

miércoles, febrero 22, 2006

Escribir
tras las púrpuras cortinas
el emblema que te sigue y que te empaña
sobresaltada caer sobre mi rito
sobre mi sombra que aguarda
el tumulto gris de las noches insomnes.
Callo, guardo la palabra
esa que lastima los labios y el silencio
mordiendo el leve y sordo nudo
que atora la garganta.
No llegas - no te espero-
caigo lenta y transparente
caigo y me envuelvo de distancias
de vértigos ausentes, miradas, la mía, la tuya,
la de estos ojos que nos miran,
que traspasan la piel, irrumpen en la carne
que crecen en la historia que buscabas
desnuda de siglos inventados
para poblarse de nocturnos encantamientos
de noches venideras que no engendran ya pasados.
Me paseo boca abajo hacia el viento
me recojo los abrazos para otros
y siembro una caricia en la tierra misteriosa
que florece bajo tus pasos.
No hay nada que pueda mantener mi frente abierta, sino la indiferencia de tu mirada. No hay quien logre abatir mis fuerzas sino el indómito carácter de tu silencio. Más no hay nada que pueda destruirme más sabiamente que tu poderoso y fatal amor.
Un rumor despiadado
de viejas heridas
- y sangre nueva -
viene a retorcer mis cadenas para dejarme en libertad
- a solas -
con mi libertad.
Voy cruzando el límite
dominando el sonido difuso
esperando la luz , aquella lejana -que inmóvil-
vigila mi espíritu sorpresivo.
Aprieto mi edad
entre años martillados, labrados, construidos
mi alma se alza como un suspiro
entre vuelos de águila y cadenas de mártir
¿resusitaré entre esta vieja máscara de piel, párpados y carne?
Con un poco de grandeza y algo de humildad
recorro los sueños de tantos muertos
me arrodillo ante el cansancio de Dios
para descubrir los signos ondulados, agonizantes,
sobre el tejado, entre la jaula, dentro del vientre.
Subiré hasta quemarme la piel
hasta sólo ser rumor de vida, de relámpago y nube
Subiré hasta tomar de la mano esta luz
esta cercana,
-que inmóvil-
abraza mi espíritu visitante y sorpresivo
Ya entendí el mensaje...
Comprendí la razón de tu huida
No pudiste salvar el peligro de nuestras palabras
Tuviste miedo de tu propio encanto
Roen tus cadenas el deseo
mas las atan aún más fuerte tu culpa
Puedo entender el porque de tu partida
Mas no puedo entender
El porque de mi espera.
Callada frente al umbral de mi partida,
Deseo viajar descalza, entibiar mis pies sobre el musgo o el cemento
Dejar atrás las viejas despedidas para rehacerme de nuevo,
Sin tanta carga, sin tanto ropaje,
Hacerme y rehacerme cual artista frente a su obra para decidir
Para reintentar, y para renacer.

viernes, febrero 03, 2006

Podría escribir inspirada en mis palabras, pero la verdad es que escribo inspirada en mis venas. En la sangre, en el pulso de mis tiempos, en el torrente de mi historia.

Nací, en medio de un vértigo de confusiones entre lo correcto y lo que rasgaba la imprudencia. Nací vestida de esperanzas y expectativas tan altas como mi propia "ilegitimidad". Pero bastó un día, tal vez dos horas, para que las voces se acallaran, los reproches se ahogaran y emergiera la más tierna y sublime realidad.

Era una niña, morena de ojos tan negros como los finos rizos que se deslizaban por su frente. "Morena de ojos morunos" decía ella..."Ella" es un ángel que me anidó entre sus alas,"Ella" es una diva, una mujer sin edad porque todos los tiempos se acurrucaron a su lado para aprender de sabiduría, ternura y bondad. "Ella" será siempre la Diosa madre, la curandera de los más terribles dolores y la cálida compañía en toda soledad.

Su hombre, su fuerte hombre de guerras y hambrunas, me acogió sin dudas. Contaba historias de moros y musas, un Cervantes abuelo y un abuelo sabio.
Eran dos niños los que me engendraron, dos niños hermosos e impacientes, y se embriagaron de amor con su nueva muñeca, quien entregó algo de magia a esa tan real realidad.

Y el niño se hizo hombre, se hizo padre, se hizo amigo, se hizo el príncipe de todos mis sueños, con el que viajaba hasta caer rendida en sus brazos tan sólo para esperar esas palabras que se derretían en mis oídos, (o yo me derretía en su sonido)..."hola nena, mi reina". Sus ojos penetraban mi mirada hasta convertirse en mis ojos, sus palabras siempre escasas hablaban de bondad y amor, de justicia y soledad. Sus pasos me guiaban, me sostenían, me protegen.

Su noble compañera era una mujer con corazón de niña, tenía grabada en su alma la fuerza que tan sólo la dureza de la vida puede lograr, tenía una sonrisa que contagiaba y unos ojos firmes, seguros, tanto que hasta la más tórrida tormenta se sentía a salvo en sus pupilas. Fue madre de la entereza, del coraje y de mi. Fue gestora de mis proyectos y el aguerrido consejo en la derrota. Fue cuna y alimento, enseñanza y fortaleza.

Y surgieron los años, aquellos hermosos años de Algarrobos y puestas de sol, juegos de salvajes tigres en el bosque y tiernas aventuras al anochecer. Y vinieron los hermanos. Primero, un robusto varón de ojos rasgados y pequeños, de sonrisa efímera, de antiguo compañero... él me enseñó de palabras y armonías, de amistad segura y de historias muchas historias.

La flaca, luego llegó ella. Blanca como el ala interna de una paloma, así de escondida, así de bella. Buscó los más rojos labios para vestirse en esta tierra, y trajo consigo todos los misterios de la otra vida. Llegó rezongando y riendo, y así se lo ha llevado en el transcurso del tiempo, viajando desde una carcajada estrepitosa al más sórdido de los silencios. De ella se aprende a ser mujer y ser entera, se aprende a decir las cosas sin tanta envoltura, y se aprende a quererla de tantas formas.

Sólo faltaba la impaciencia, la bulla, la sirena. Y llegó. Venía cargada de temblores y terremotos, tal vez por eso sacudió tanto nuestras vidas. Yo fui casi su madre, casi su hermana, casi su amiga. Un poco de todo y ella tanto de mi.
Envolvió consigo toda la carga de la soledad, de ser última y ser pequeña, de ser mandada y nunca mandar. Sus pasos se extraviaron un día y su prematura edad no supo cómo. Quiso ser fuerte y la traicionó su propia vulnerabilidad.

Ella es amor en silencio. Ella nos enseñó de asombro, de las verdades de la vida, de la unión en los conflictos, de perdón y de hermandad.

Fuimos todos y cada uno, fuimos la diferencia exacta que nos permitía igualarnos. Aportamos al cariño y al desaliento con la misma cuota, con el mismo rigor.
Fueron años de magia y de encanto, donde todo era razón para reír y celebrar. Hermanos de sangre y de calor. Padres de tierra y de verdad.

Así crecí, con un legado de amor en los ojos, muchas cintas en el pelo, mucho orgullo en el corazón de los que me vieron crecer. Y hubo mucha fuerza en sus enseñanzas, una orden implícita era no desfallecer, hacer frente, no huir de la tormenta, encarar el ruido y el temblor. Sonreír a pesar de la pena, proteger, acoger, guardar, siempre guardar. Y fui buena, buena alumna, buena compañera, buena hija, buena nieta, buena en cumplir aquellas expectativas, buena en cumplir sus sueños. No fue un error tenerme... cumplí con el mandato grabado en mi frente, no me equivoqué, no se equivocaron...
Hoy, vuelvo la vista y me parecen tan cercanos los recuerdos, parece que la historia se ha estancado en tanto ir y venir para volver a ser los mismos, los mismos niños, el mismo juego. Pero la verdad es que me traiciona el tiempo, los años. Las edades avanzan y dejan huellas. Algunas un sello tenue, otras... cicatrices.

Mi propio tiempo aportó con sorpresas, un amor lejano, infantil, ingenuo, me acurrucó a su lado para no dejarme ir. Truncó mi historia de duendes y magos para arrojarme al más real de los amores, aquel que surge del sacrificio, del dolor, de presencia y deseo, de caricias y labios, de amor verdadero. El enseña de vértigos y mariposas, de transformación continua, de continua pasión. De estar, ahora y siempre, del refugio en el fracaso, de aliento y vigor.

El vertió en mi vientre su más profunda savia hasta hacerla vida, hasta hacerme vivir. La anidó en mi cuerpo para ser testigo, semilla y fruto. Y emergió a la luz un día justo 5 años antes del segundo milagro de la vida...eran mis hijas... pequeños gorriones indefensos bajo mi brazo, sobre mi pecho. Miradas inquietas y ternura inagotable, y yo cerré los ojos y me reconocí en ellas. Volvieron aquellos temores escondidos, de hace tiempos, de hace tanto tiempo... Quería ser fuerte y me traicionaba la debilidad, quería protegerlas y surgía la impaciencia, cerraba los ojos para no ver lo que duele, porque el dolor es enemigo de la fortaleza.

Debía mostrar lo que había aprendido de aquellos que me amaban tanto, debía ser la curandera, la mirada firme, la palabra cálida, la salvadora, la maga. Pero llegó este nuevo tiempo, surgió la pesada carga y el temblor en la tierra, se removió mi paso firme y mis cadenas, y tuve miedo... del verdadero, el que proviene del no poder, de las debilidades, de las limitaciones, de la impotencia. Intenté buscar el significado de mis temores y mis incertidumbres adentrándome en aquellos espacios vacíos de mi historia, mas sólo me encuentro con aquella niña, la de las cintas, la del cariño sincero, que ahora parece tener rostro de mujer, de mujer dolida.

Y la fuerza pareció esfumarse en un abismo, parecía que la tierra entera se había tragado a mi niña, intente mirar de frente, auxiliarme en el capullo primitivo de mi pasado, pedí amor esquivando el frío, pero el espejo es inquebrantable ya no me servía la mascara inventada en cuanto carrete de antaño, ya no me era útil, la sonrisa fingida, las risas estrepitosas, el aguante. Y sentí la soledad....y comprendí el vacío, y viví la agonía.

Sólo habia una alternativa... renacer ...reencarnarme en mi cuerpo de sangre nueva, de revivir, de reescribir mi historia, y eso es lo que hago ahora.

jueves, febrero 02, 2006

S�lo mientras tanto
Acerca de la felicidad?, de eso escriben ahora los científicos?, que inusitado para ese cerebro ajeno a las experiencias más trascendentales de la existencia. No creo posible saber de la felicidad desde ese paradigma, no lo creo posible tan sólo por la básica premisa de que la felicidad no es cuantificable ni aún menos replicable.
Tal vez podríamos conocerla a través de esos parafraseos metabólicos acerca de la cantidad de endorfina y adrenalina que llegan a circular por nuestros fluidos en determinado momento, incluso a través de la teoría conductista que nos indica la posibilidad de aprender y “entrenarnos” para ser “felices”, así como inesperadamente nos vamos entrenando para ser infelices según la “desesperanza aprendida” la tan bullada teoría de Seligman. Pero la “felicidad” como estado, como instante, es posible de medir?. Que hace que una mañana de domingo a una hora de levantarte percibas en el cuerpo una profunda e inespecifica sensación de ….¿felicidad?, es acaso lo mismo que sientes cuando alguien te ofrece su compañía una tarde de soledad?…..o se parece en algo al vértigo impulsivo y frágil de cuando haces el amor?...Sólo nos falta entonces lo básico para comenzar una teoría, operacionalizar el concepto. ¿qué es la felicidad?, es acaso la euforia, el éxtasis, el placer, la plenitud del éxito, la ausencia de frustraciones, la risa, la sonrisa, la piel que se eriza, la descarga masiva de adrenalina, el brote generoso de ideas, la ausencia de dolor, la ausencia de incertidumbres, la tan requerida sensación de nuestra cultura?...o es acaso la calma, la quietud, la contemplación, el cuerpo en pausa, la mente en blanco, la indescriptible sensación de “paz”, la plenitud de “tenerme” y no de “tener”, el “nirvana”, la tan requerida sensación de los budistas y otros?...Yo al menos aún no lo sé, y afortunadamente no necesito saberlo.
¿Podemos ser felices?, efectivamente no parece un paper científico, y no pretendo por lo tanto reflexionar más acerca de aquello. Filosofía pura? Tampoco quiero darle mas vueltas al catastrófico Kierkegard, ni a Nietzsche ni a Sartre. Ni siquiera a las tormentosas sonatas de amor irresoluto de Gustavo Adolfo. Para saber de dolor me bastan los noticiarios del crepúsculo. Creo que no es posible conocer más del sufrimiento que con el rostro entumecido y pálido de un niño bajo la sombra de su madre muerta. No hay teoría alguna que pueda explicar lo que hace que el rostro logre exteriorizar lo que sucede en ese instante en los neurotransmisores.
De la felicidad? También se sabe a juzgar por una simple mirada.
Si estamos condenados o no biológicamente a ser incapaces de “sentirse muy bien”, (como a falta de operacionalización aún, llamaré a esto) hay mucha gente que estará interesada de pasar sus días en resolver el “problema”, como tanto gusta llamar a esas pequeñas grandes cosas que resultan difíciles de alcanzar. Lo que es yo, estaré esperando la llegada de la conclusión final viviendo. Aún no se si los instantes que me esperan los catalogaré como “felices” o “infelices” sólo lo sabré después, cuando sienta el sabor que dejaron en mi garganta. Mientras tanto, sólo mientras tanto, me regocijaré cuando me acaricien, cuando piense en todas las puestas de sol que he visto mientras veo una puesta de sol, cuando me escriba mi hermano desde tan lejos, cuando sienta a mi padre cerca aún, cuando mis pacientes me digan “gracias”, cuando vaya al baño con un buen libro y tantas otras cosas más. Y lloraré…claro que lloraré…ojalá que llore, cuando a mi hija le duela el alma, cuando pierda lo que no quiero perder, cuando las cosas resulten para el otro lado, cuando no tenga ya nada que decir.
Por eso, que bueno que saquen hartas terapias para la pena. Mientras tanto, solo mientras tanto, estaré viviendo.
Sólo mientras tanto... asi escribió alguien el paso por la vida, asi deseo describir el pausado caminar de mis dias. Quieres acompañarme?, estaré revisando las horas que se han ido y planeando los instantes de después.