miércoles, marzo 29, 2006

Día intermedio…miércoles, a medio salir de la semana, a medio caminar. Y de pronto algo inesperado sucede, algo digno de fin de semana tal vez... Me encontré con sus ojos, parece que iban desprevenidos, demasiado resueltos. Hasta que se toparon con los míos y su mirada enmudeció. No pude saber que escondían detrás de esa lágrima. No me dejó enjugarlas y partió. Nada parecía de miércoles en la mañana, un día de trabajo como los dos de antes y como los dos que vendrán. Sin embargo sucedió, una tregua, una sorpresa, un día que ya no será como los otros, definitivamente ya no.

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