martes, diciembre 30, 2008

Explórame


Mírame
como si cada rincón de mi cuerpo
se descubriera por primera vez ante ti,
acércate con la cautela
de no saber cual será el paso que viene,
acércame tus labios para abrirlos con mi boca
y conocer el sabor de la saliva que recorrerá mi piel,
husmea en mis pliegues, mis planicies y mis montañas
como si se abriera un manantial que calmará tu sed.
Delinea mis contornos, mis perfiles a tu antojo,
créame en tu imaginación y fantasea con mis manos.
Rompe las fronteras con tus dedos y abrígame con tu sudor.
Hazme débil bajo tu cuerpo y soberana sobre él.
Déjame herirte con una caricia
mientras gimen mis deseos en tu oído.
Búscame despacio, como si temieras no encontrarme.
Poséeme orgulloso, calibra mis temblores,
asómbrate de la suavidad de mi piel.
Embriágate de mis sabores, deleita mis esencias,
mi savia y mi desnudez.
Busca aquel sitio que me doblega ante tus instintos,
recórreme impaciente hasta hallar mi más feroz latido,
descúbreme ante esos espacios de mi cuerpo
que ni yo he conocido.
Explórame como tierra virgen…
explórame como terreno en posesión…
pero explórame…
Lo vi tendido sobre mis sudores,
navegando por fluidos que fueron
protagonistas y testigos de esta noche,
lo vi sonriendo mientras dormía…
y yo en silencio besaba sus labios ya secos
para que le pareciera un sueño…
le hable del amor que explotaba en mi pecho,
el mismo que había deleitado exultante horas atrás,
le miré desnudo en la penumbra de este cuarto,
contemplando las fronteras
y las cascadas que fueron mías,
lo miré para extasiarme de su cuerpo,
para abrir la mañana cautelosa de sus ojos…
mientras le repetía en voz baja
para que mis susurros no llegaran hasta sus oidos….
Un frágil y poderoso…
te amo en el deseo,
pero aún te amo…
después del deseo...
De su boca incendiaria
saltaron como chispas las palabras
cayendo una a una en mi pecho desolado
incinerando los restos
de esperanza.

jueves, diciembre 25, 2008

La Soledad
es una herida
que sangra
recuerdos...

miércoles, diciembre 17, 2008

(“… Su hombre…su fuerte hombre de guerras y hambrunas
Me acogió sin dudas,
Contaba historia de moros y musas
Un Cervantes abuelo, y un abuelo sabio…” )

Hoy el partió rumbo al sol
Quiso vencer el cansancio de sus pasos
Sabía de la vida como sabía del amor
Y del amor extrajo su más hermoso legado.

Fue guerrero cuando sus ideales se lo ordenaron
Y luchó por la libertad ferviente y sin excusas
Fue hechicero cuando su corazón lo acorraló
Entre las sedas firmes que envolvían a su musa.

Era un hombre vestido de mago
Y era un mago disfrazado de abuelo
Nunca supo si sus historias eran ciertas o inventadas
Y yo siempre caí en su señuelo.

Narraba la vida como quien sueña despierto
Entre algarrobos y puestas de soles
Historias de salvajes tigres, bosques y escuderos
Y su brazo valiente rodeando mis temores.

Cantaba sin mirar la partitura de sus días
Le cantaba a la tierra por la que sangró
Y su voz grave y rotunda permitía
Que ingenuamente lo creyéramos un gran tenor.

Me dejas en medio del mundo sin tus ojos
Como puedo ver ahora la magia y la locura?
Me dejas y te llevas el baúl de las respuestas
Cómo puedo ahora cargar con mis preguntas?

Te dejo partir, aunque llore silencios
Porque sé que es el amor el que te llevó tan lejos
Dale un beso a ELLA de aquellos que vi ese invierno
Y dile que la de ojos morunos, los contempla en secreto.

viernes, noviembre 21, 2008

El la amaba, al menos era el discurso que proclamaba mientras se cerraba la puerta a sus espaldas. Entre las cuatro paredes que conformaban su universo, ella giraba en desorden por los vértices de su destino, llamándolo por su nombre… buscándolo agazapada.

“Me ama porque me regaló un roce de sus manos a través de mi sombra”, se contaba orgullosa. “Me amó ayer, cuando lo vi venir con los ojos bajo el brazo, mucho viento en el pelo y una sonrisa guardada en la solapa”.

Nunca supo del origen de esa sonrisa y mucho menos del porque ocultaba su mirada.
Ella era frágil ante sus besos, los iba recogiendo uno a uno los desparramados por el centro de su casa, los teñía de rojo intenso y se los llevaba a los labios en un acto de redención y esperanza. Sabían a hielo y distancia, mas en sus labios, ella les devolvía el latido esquivo de antaño.

El la amaba con los sentidos guardados, la miraba de reojo cuando la ciudad callaba, hubo una vez en que le besó la frente mientras dormía, y en el silencio implacable de sus ganas, la dejó soñar anhelando que jamás descubriera la huella de su boca estampada en medio de placidez adormilada. El la amaba, con los instintos aplacados, con las vísceras dormidas y la saliva embalsamada.

Ella se dejaba amar así, enamorada. Le vestía de dulzura cada mañana, cuando él salía al mundo provisto de escudos y espadas. Un adiós que debía esperar hasta el ocaso, mientras el día aun no levantaba grandes pretensiones ni sorpresas, ni nada.

Ella llevaba el cabello vestido de mujer, se acicaló los ojos con polvo de la estrella que aún quedaba, perfumó sus labios de girasoles abiertos con mutismo de miel. Sonrió con risa de hada, mientras el pecho se le congelaba. Rebotaron ingenuas las saladas gotas en su estampa desnuda de ayeres y de mañanas.

Inusitadamente coqueta miró al vacío, se le resbaló una mirada hacia el fondo del abismo, se sorprendió empuñando sus sueños infinitos y tuvo miedo de sus paredes, de su universo y sus nostalgias.

Se recostó nuevamente sobre el lado de él en la cama, husmeó sus aromas, se derritió en el precario calor que dejaban las sábanas. Percibió la humedad en la selva esteparia de su cuerpo, socavando los territorios en sequía, fluyeron ríos caudalosos en el torrente de su sangre, descubriendo los volcanes que se hallaban silenciosos en rugidos voluptuosos, ardientes, sofocantes, que estallarían en lavas intensas derramando sigilosamente soberanía por su carne.

Esa tarde lo espero distinta, aguardó paciente el cotidiano beso lanzado al aire. Esta vez no lo recogió de la alfombra sino que se embarcó decidida hasta su boca, y su lengua de delfín, hizo todo lo demás.
Ya no husmeó en sus aromas sellados en las sedas, quería llegar hasta el manantial donde emergían, lamió su pecho como loba a su presa, bajó intrépida hasta la raíz de sus sudores, abrió su blusa ceñida y desafiante, le obsequió en la boca sus enhiestos volcanes, lo acogió entre sus muslos, antes firmes hoy deseantes, bebió gota a gota la ola palpitante que en su vientre se hizo océano, algas y corales.


“Te amo”, logro enunciar ella con la vista perdida en su vergüenza.
“Te amo”, dijo una voz de hombre, una voz desconocida, olvidada, tímida y asedada....
“te amo” dijo el hombre que la visitaba día a día sin mirarla, con una argolla en el dedo y las sienes plateadas. “Te amo”, le dijo el cautivo, con la vista perdida en su cuerpo de hembra intacta.

martes, noviembre 18, 2008

Una imagen quieta…estás?
Estoy yo acaso varada en la esquina
de los recuerdos que engreídos se pasean
derramando soberanía?

O sólo se desploma la mueca de tu falsa
e insistente cercanía
de los pedazos de verdades
que nunca alcanzaron para mentiras?

O me fundo en la discordia
de tu mano sobre la mía
intentando e intentando
traspasar la segunda línea?

martes, agosto 19, 2008

En la huella de mi espíritu sorpresivo, inquieto, delirante
Dejo las millares de vidas que anteceden a esta vida
Como en un delgado sueño de luces chispeantes
Me arrimo al infinito fulgor de mi sonrisa.

No sabía lo que era, hasta que tuve que serlo
Obligada por la esencia susurrante que invadía
Mis horas turbulentas y los instantes serenos.

Tuve mirarme a través de la carne y de la herida.
Sólo para descubrir que detrás del sol se hallaban
esperándome y provistas las barcazas de esta huida.

Me voy sin miedo porque aprendí a tomar tu mano
Sabiendo del estigma que clava tu frente a la mía
No lloré por lo perdido más que por el miedo a buscarlo
Y te hallé preciso y exacto, en el lugar que más temía.

sábado, agosto 02, 2008

El sol brilló en sus ojos tristes
Formando arcoiris en el centro de sus lágrimas
Se deslizaban los colores entre sus mejillas y mis labios
Y un beso púrpura se instaló, dudando…

Bebí la sal blanquecina de su boca escarlata
mientras me hundía en el verdor de su mirada
tomé con cautela su corazón anaranjado
y le dejé partir con un silencio en negro y blanco.

lunes, julio 21, 2008

...All of these lines across my face
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
When you've got no one to tell them to...

Story - Brandi Carlile

viernes, julio 04, 2008

Don´t wake me up...

No me despiertes,
esta mañana ni la que vendrá
No permitas que el sol invada mis párpados constreñidos,
húmedos y escondidos
Deja la persiana ajustada a la oscuridad
Déjame vagar por los pasillos oníricos
donde no hay pretextos ni fronteras
ni limites difusos entre lo que quise y lo que me espera.
No me despiertes tampoco cuando llegue la tarde ni el ocaso
ni cuando las calles suspiren el alivio de mis pasos.
No me despiertes cuando huela a madrugada
ni cuando escuches el tumulto haciéndose espacio en el mundo
Aún si percibes en mi cuerpo abandonado la desolación alimentada
Por el espacioso hueco en mis inmedianías
déjame ensayar esta fragilidad solo mía
en este único instante en que me hago soberana
de los sueños que me esquivan y de mis fantasías.
Sal despacio, no asees el hálito amargo de noches invocadas
no perturbes la inconciencia de mi mente en pausa
Sal y deja los suspiros en la almohada
Tal vez serán la silenciada melodía
de esta despedida.

martes, julio 01, 2008

1° de Julio

.... Hoy no tengo pretextos ni disculpas....

martes, junio 17, 2008

Esta inercia sobria e inmaculada
De impulsos congelados e insípidos sosiegos
Esta calma absorta corroe y socava
Las vísceras gorjeantes y los jadeantes anhelos.

La estática armonía serena y pausada
Acumula insistentemente los consagrados fastidios
En lenta y fácil agonía fragmentada
Esta perplejidad consume los frágiles instintos.

Vigil, conciente y aterrada

Hurgo,
Escarbo,
Reviso,

En la geografía de tu silueta memorizada
Y en las grietas elípticas de tus ojos asesinos.

Ahí encuentro mi saliva y mis ganas acorraladas
ahí se oculta el impávido y escurridizo olvido.

sábado, junio 07, 2008

La ciudad neutraliza mis sentidos, justo esta noche
en que más los necesito,
te espero alineando los bordes de mis labios
para que llegues a salvarlos
con una leve mueca lames, besas, muerdes,
mientras aborto los rumores despiadados
de aquellos para siempre…

En una sonrisa te asilo de los miedos que te siguen
Y en el laberinto finito de mi cuerpo
Dejaré que deposites la costumbre al vacío
Sé que no dirás nada que deje mi piel en calma
Y que en tus abismos no encontraré el delirio que nos salva
Te vestirás de sombra y sobre ella andaré descalza
Tal vez dejarás al menos que eso sea mío.

Se que te abrazará la noche obligándome a envidiarla
Y que acusando a la locura te posarás en mi alma
Reirás como ríes con el ceño distraído
Y volverás a mi cuerpo que sabes aun te clama
Recogeré el aire que quedará sobre tu pecho
Me verás guiar mi pelo hasta la cima de tus egos
Jugando a lastimar tu orgullo instruido
A no caer en la red que ostentan mis manos entre tus dedos.

Me mirarás de día igual que la mañana
Entre nubes navegantes que te llevarán muy lejos
Me quedaré escribiendo esta intermitente bitácora
De los viajes sin retorno aquellos que parecen sueños
Tal vez no vuelvas, ni tu sonrisa, ni tu sombra
Tal vez no te espere ni acuda a tu silencio
Mas quedará una red translucida entre dos almas
Que solo verás al otro lado del espejo.

lunes, junio 02, 2008

Arreboles cenicientos se pasean boca abajo en el viento
Ocultando las estrellas incandescentes de aquella madrugada
Es posible amar la vida cuando emana dulce y atorada
en el rocío intempestivo de su aliento.

Una boca en llamas incendia las raíces de mi cuerpo
tentando la naturaleza indemne de mis instintos despojados
Un lecho espumosamente albo sostiene mis actos
Que indecisos simulan jugar al desapego.

La carne librada de su disfraz ya no oculta ni previene
La irrupción cadenciosa de la mujer que asalta de improviso
Los latidos guardados, los gemidos furtivos
El resplandor impredecible de esos ojos en selva verde.

Lo cierto es que soñé mil veces con esos labios
Y esta piel que no olvida, huye y se detiene
Se guarda de esos ojos pues requiere
dejar el curso libre de sus pasos.

miércoles, mayo 28, 2008

Esta piel de tierra
huele a sur de lagos y volcanes
De tarde húmeda, mestiza y despoblada
Sabe a invierno, condenada al frío que le escribe con frecuencia
Esta piel tejida a mano reclama su esperanza.
Se sueña entrelazada en esos ojos color selva esteparia
Que penetran como paisaje turbando la conciencia
Y a la hoguera de sus labios se tiende cual doncella
Y en su vientre algodonado juegan hipocampos y sirenas.

Había incinerado la tristeza hace ya un par de siglos
Esta piel que ríe de si misma ya no le habla a las ausencias
Se fabrica una melodía que sabe escuchó detrás del sauce
Un dia gris de muchas y tiernas despedidas
Se le llenaron los párpados de sueños empeñados en hacerse
Y de esos ojos chispeantes que encendieron las cenizas
Brotan relámpagos y flores, nubes, lluvia …y caricias.

No le importa morir ahora en los pasillos del olvido
Los recuerdos solo ahuyentan los lirios de su frente
Ningún bosque es suficiente para ocultarle de su cuchillo
Por eso prefiere entregarse entre araucarias y alerces
Con la blusa abriendo paso a montañas bajo nieve
Derrite el hielo con su sangre que de ardiente conmueve
Probablemente era intacta hasta que llegaron esos ojos de niño
Que siempre la miraron como postal de exóticos y lejanos continentes
No para asirla de la cintura y quemarse en el borde de su ombligo
Ni para anclarse a su carne encañonando los sentidos
Ni siquiera deleitar esa lágrima que empeñada en hacer alarde
Le saló el beso prófugo justo antes… justo antes.

martes, mayo 27, 2008

Déjame las calles de adoquines polvorientos
Los faroles a medio terminar, una luna y una plaza
Me quedaré con esa ventana semiabierta donde
Transita el humo sigiloso del incienso acaramelado
Que llenaba las noches que siempre se iban tan rápido
Y que parecían no volver nunca hasta tu puerta.

Déjame las llaves del invierno,
para abrirlo cuando ya estés lejos y un par de gotas de lluvia
para calmar esas tardes que no vinieron.

Todo por culpa de mi ruta zigzageante que te traía cerca
Tan cerca que podía acurrucar mis latidos y luego partía
dejándote solo, sin mis respuestas.

Te dejo un instante, el de la noche eterna…
Esa que se quedó para alumbrarnos
Te dejo un puñado de besos con nombre y verso
que tal vez sirvan para no olvidarnos.

jueves, mayo 08, 2008

Con un candelabro encendido que vierte esperma
ardiente sobre mi mano
recorro los paisajes insomnes de una noche que aulla
en la espesura de su nombre
La oscuridad flagelante no me domina
ni me inquieta,
la soledad mutilante no me detiene, ni los relámpagos de ojos noctámbulos
que llenan este espacio.
Recibo la gélida caricia de este otoño caprichoso,
poniendo la otra mejilla
desafiándolo a pedirme perdón por tantos fríos.
Te encuentro con tu fantasmal aliento rozándome el oído,
mas la noche es sabia
y reconoce los vaivenes de la conciencia
no me permite dejarte entrar y se ríe de tu ausencia,
y yo no hago más que reírme con ella.

Suena un crujido de huesos bajo mis pasos, y piso fuerte
para oír el destello de osamentas
que despiertan hasta los sueños embalsamados.
Polvo al polvo! y sigo mi cruzada por enterrar los muertos
por darles santa sepultura a los que un día prometieron.
Estiro mis pupilas entre la tierra y el cielo,
la vela entre mis manos ahoga su luz
por culpa de una lágrima
en plena oscuridad aun reconozco mis latidos,
que sacuden el pecho y estrujan la garganta.

Respiro otoños, exhalo inviernos… esos días que van para mi
de abril a julio
al menos en este lado del hemisferio
Me alimento de hojas secas y del rocío mañanero,
de capsulas de lluvia
para dormir con la mirada tapizando el techo
y los brazos calibrando la distancia hacia mi puerta
la misma que cerró de golpe tras la estela de su espalda
que espiaba de reojo con las pupilas dilatadas.

Me entrego a los dioses suplicando Adioses
en ofrenda les doy mi sonrisa de mañana,
Morfeo asiente con su cabellera estrellada
y me toma entre sus brazos, regalándome los colores de la noche.

Retrato de mujer

Gonzalo Rojas (De Contra la muerte, 1964.)

Siempre estará la noche, mujer, para mirarte cara a cara,
sola en tu espejo, libre de marido, desnuda
en la exacta y terrible realidad del gran vértigo
que te destruye. Siempre vas a tener tu noche y tu cuchillo,
y el frívolo teléfono para escuchar mi adiós de un solo tajo.

Te juré no escribirte. Por eso estoy llamándote en el aire
para decirte nada, como dice el vacío: nada, nada,
sino lo mismo y siempre lo mismo de lo mismo
que nunca me oyes, eso que no me entiendes nunca,
aunque las venas te arden de eso que estoy diciendo.

Ponte el vestido rojo que le viene a tu boca y a tu sangre,
y quémame en el último cigarrillo del miedo
al gran amor, y vete descalza por el aire que viniste
con la herida visible de tu belleza. Lástima
de la que llora y llora en la tormenta.

No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago
tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,
una nariz arcángel y una boca animal, y una sonrisa
que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela de tu frente,
mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.

Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma,
y te quedas inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo
de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás
conmigo. Aquí, mujer, te dejo tu figura
.

martes, mayo 06, 2008

Se me volvían de arena las manos
Se me volvía de hielo la voz
Se me cerraba rotunda la mirada
Se me encriptaba indiferente el corazón.

Todo por soñar torpemente con mis alas,
Sabiendo que los ángeles no habitan los suburbios
Ni las calles en que transita el invierno
Ni las pisadas rabiosas en los charcos turbios.

Creí entonces ser un hada
Que vanidosa y sensual poseía la textura de un muro
Donde se escribían los mensajes que su historia disipaba
Creí traducir las líneas del futuro
Fingiendo una fragilidad dulce y delicada
Creía conocer la voracidad del tumulto.

Pero no fui ni cautivante hada
Ni ángel desnudo
Mas si me nacieron unas tímidas alas
A orillas del mar un otoño crudo
Galopando como un Pegaso entre riendas y amarras
Que domarían mi banal orgullo

Allí respiré palabras y se me antoja ofrecértelas todas
Las aspiro asumiendo que en ellas estarás seguro
Recojo los instantes esos ya vividos
Que me invitan amorosos a reconocer mi nido.
Y sacudo las riendas que me ahogan...
Las mismas que me salvan del abismo...
Con una mirada te imploro que tomes firme la soga
Y me alejes del peligro...

Hay besos que palpitan en los labios
Besos de capullos vestidos de rocío
Besos de crisálidas frágiles y hermosas
Que pacientes nacen batiendo alas y desafiando el frío.
Hay besos que encienden otros besos
Que suturan heridas y enmiendan lo dolido
Besos que humectan los labios secos
Hay besos que despiertan los vértigos dormidos.
Hay besos que palpitan en el alma
Besos heroicos, mártires, sufridos
Besos de batallas ganadas en trinchera cristalina
Besos veteranos redentores y redimidos
Que disparan deseos en potente artillería.
Hay besos que liberan la piel amortajada
Besos que levantan de la muerte los latidos
Besos de savia dulce que condensan esperanzas
Besos de fuego intenso que evaporan los olvidos.

miércoles, abril 16, 2008

Libre de torturas almibaradas, sonriente tras el féretro de la inconsciencia
Dejo los amores enquistados, sórdidos, silentes, grises
Con el pecho expandido, jadeante la mirada, claudicada la paciencia
Dejo las marcas del destierro y las mudas cicatrices.

En libertad acuño mi voz que ya abdicó del silencio
En jauría de anhelos que despiertan en tonos juveniles
Sin misterios que desangraran los canales y los cercos
Y los pozos que tiñeron todo en negro sin matices

Lozanías estivales alumbran cálidas este otoño
Porque un sendero despedrado se asentó en mi ruta virgen
Guiando cauteloso la libertad de mi rostro
De mis manos asedadas, mis montes y mis planicies.

Atrás quedan las pasiones que enmielaban su veneno
Con frases algodonadas, tácitas y elocuentes
Pero tan frágiles que podrían borrarse con un dedo

Lapidados en mármol opaco los instintos fervientes
Liberada de las caricias exiguas y amores misérrimos
de las garras asesinas y los deseos hirientes.

sábado, abril 12, 2008

(“Morena de ojos morunos” decía ella...”Ella” es un ángel que me anidó entre sus alas, “Ella” es una diva, una mujer sin edad porque todos los tiempos se acurrucaron a su lado para aprender de sabiduría, ternura y bondad. “Ella” será siempre la diosa madre, la curandera de los más terribles dolores y la cálida compañía en toda soledad.)

Hoy ella partió rumbo al sol
Y la despido soñando sus brazos de cuna
Sé que llegará cantando y contagiará a dios
Y reinará con sólo una sonrisa desnuda.

La armonía de su perfil contorneará el cielo
El brillo rojizo y melódico de sus labios
Incendiará los arreboles y los agitará con su cabello
Y el fulgor de sus pequeñísimos ojos atraerá el verano.

Moldeará los vientos con la danza de sus manos
y bailará un pasodoble en la cima de los cerros
agitanada y valiente besará el mediterráneo
esparciendo generosa el alimento de su pecho.

Trinará su garganta en himno valenciano
hará gemir las castañuelas al ritmo del flamenco
contará historias fascinantes sin lugares ni año
asegurándose de vestir su voz siempre en verso.

Deja en mi la intensidad y la guerrilla
Las palabras endulzadas a pesar del veneno
La sonrisa fácil, una emergente lágrima de alegría
de quien ama ferozmente sin secreto.

Se la llevó la madrugada de pura envidia
Por jamás lograr el tono cálido de su silencio,
Por darle siempre una oportunidad a la vida
Se la llevó la muerte celosa, anidada en su seno.

jueves, abril 03, 2008

Tiemblo sobre tu boca
Sobre una mirada que palpita y se estremece
Sobre un gemido que salpica el aire
Y un silencio que arde…
Me escondo de tus pupilas
Bajo el plumaje de águila, esquivándote
Te dejo en la otra orilla
Mas irrumpes en mi sueño susurrándome…
Mi oído dispersa tu fantasma que agoniza
Dulcemente entre mis manos aladas
Dejando de recuerdo solo un sonido que hipnotiza
El de tu adiós-perdón, adiós-gracias…
No soy yo quien recoja tus tristezas
Ni quien enmiende tu coraza
No eres tu quien derrame sudor sobre mi pecho
Ni quien deleite el néctar de mi alma...
Mas, que hago hoy con este sueño!
Con esta noche ingenua que tentó a la nostalgia
Vuelve a tu íntimo refugio con todo y silencios!
Que de tanto sentir se me encriptaron las palabras.

viernes, marzo 28, 2008

Alguna vez amé la lluvia que bordeando mi silueta
Se arrojaba en bandada de ciegas y cristalinas mariposas
chocando torpemente contra las laderas de mis sombras
Mojando los vestigios escamados de mi piel de sirena.

Alguna vez amé la noche nítida y enlutada
Poderoso caparazón en ébano esmaltado
Que rompe con el miedo a tientas guardado,
Amé la oportunidad de no ser vista ni señalada

Amé los árboles añosos que frágiles se deshojaban
En manantiales dorados hacia el fondo del viento
el diáfano verdor que tapiza el invierno
y unos ojos de frío que sólo contemplaban.

Alguna vez amé los sitios inventados
Aquellos que habitan intrépidos entre versos y metáforas
Los paisajes cálidos que pueden crear las palabras
Los mismos que mueren en el borde de los labios.

Amé con sutil paciencia los sombríos designios
No calibré las líneas turbulentas de mis manos
Y vi morir mi amor vestido aún de blanco
Y velé los restos desalmados que apenas fueron míos.

lunes, marzo 17, 2008

Walt Whitman

"...Failing to fetch me at first keep encouraged,
Missing me one place search another,
I stop somewhere waiting for you."

THE LAST INVOCATION

At the last, tenderly,
From the walls of the powerful fortress´d house,
From the clasp of the knitted locks, from the keep
of the well-closed doors,
Let me be wafted.

Let me glide noiselessly forth;
With the key of softness unlock the locks - with a whisper,
Set ope the doors O soul.

Tenderly - be not impatient,
(Strong is your hold O mortal flesh,
Strong is your hold O love.)

domingo, marzo 16, 2008

No tienes figura, talante ni destino
Ni amplio margen donde depositar tus silencios
Ahuyentar la tristeza ya no tiene sentido
Ni enjugar las sales de tus ojos negros.

Que haces doliente mujer de beso herido?
Que haces empeñando grácil, la savia de tu cuerpo?
Te rindes victoriosa ante el puñal del enemigo
Sabiéndote mancillando tu humilde secreto.

Hay rastros de placer en tu dolor cautivo
Jugando a la loba desgarras la carne y el veneno
Te escuchas aullando por el manantial perdido
Mas no huyes y te aquietas en este osado intento.

miércoles, marzo 12, 2008

Una imagen destellante ciega los flechazos de mis pupilas
Y los nudillos de mi memoria empuñada
Golpean fuerte el semblante ya sin máscaras ni insignias
Como urge después de tanta paciencia dilatada.

Los verbos transitan victoriosos por mi mente estática
como un ejército de deseos en falsa medianía
diluyendose en mis venas que de ardiente estallan
jactándose voluptuosos de su soberanía.

Disperso los calores susurrantes
Con rigor de mujer ceñida,
Con lánguida destreza disipo las preguntas
Exculpando a mi cuerpo de sus legendarias heridas.

Me perdono la ilusión cansina
Los cimientos taladrados de esperanzas
Y la inmediatez gastada de mi sonrisa
La misma que pigmenta de rojo las cenizas
La misma que frívola disuade, perversas agonías.

lunes, marzo 03, 2008

Cierra los ojos la noche
En agónicos espasmos
Abre los ojos mi sueño
En medio de un lago salado
Expiro el alma en un solo suspiro...
Mientras la tuya
Duerme aún aquí a mi lado.

jueves, febrero 21, 2008

Adios a Cassandra...

Me arreglo el cabello, el de ébano
contengo las pupilas, las de tierra
Esparzo la piel salvaje, la de loba
Sacudo los labios, los de cera.

Felina camino entre palabras
Agazapada y atenta
Gata herida sin garras ni instinto
Que ronda por las noches y se sacude de día
Dentro, muy dentro de su morada fría.

Cambio de piel cada atardecer, con el sol goteando en los despojos
Lamiendo las heridas derramadas en cantaros cardenales
Que rebosan el vapor de la sangre ardiente
y penetran los abismos húmedos
y los muslos
y los valles.
Hay ruidos allá afuera,
de besos y fantasmas
Espectros invisibles que no cesan de ahuyentarme.

Elegante,
visto el mutismo de mis ojos
Con frases de fusil,
Asomo a tientas un retazo de mi piel
de cortesana hastiada de seducir.
Me detengo ante un espejo que sangraba
Herido por la loba, mutilado por la gata
Aún con la sangre invadiéndolo como rocío

Me reflejó a una mujer temblando desnuda
Que decía llamarse Cassandra.

lunes, febrero 11, 2008

No calles amor esta noche…
No te tragues el verso ni la cerveza
Deja a las palabras anidar en este espacio nuestro
Que ya saben ellas que aquí parirán este invierno…

Habla, mientras salgo a dominar mi mundo,
a perpetuar las sonrisas del pasado,
Habla amor, mientras te arriesgas aquí a mi lado,
Mientras llevas los cimientos mas pesados
de esta mudanza alada.

Y estoy yo desatándome frente a tus ojos,
mostrándote el valor de quien se desnuda y se sonroja,
y estas tu intentando retener esa lágrima…
antes de decirle adiós a tus sueños
y de morder hasta sangrar, la última palabra.

martes, enero 29, 2008


Suspendida en lo alto,
Calibrando los centímetros que me alejan de la tierra
Voy vagando a través de los instantes
Lúcida, silente, cautiva de mis propias ideas.
Dejando caer el rito lapidario de ambigüedades
Impuestas

Cuando se detienen los segundos tan solo para asombrarse
de mi vuelo a través de la niebla
despejo la retina ya secada al sol, la de antes
y me vuelvo águila de plumaje lúbrico
y ojos penetrantes.

El mundo se muestra estático desde el cielo
los dias como caudales desesperados
que no encuentran su océano.
La gente… solitarios vagabundos, efímeros
Sedientos
La plaza, las calles, Babel entero
sudando en el tumulto, aullando en el desierto.

Para existir prefiero la tallada cumbre
Inhóspita, invocante… elevado sosiego
Pues nadie mira jamás hacia arriba
Ni empina el pescuezo más allá de los hombros de su propio compañero.
Para existir prefiero la suntuosa cumbre
La espesura de su gelidez invitando al sueño
Para existir elijo la inalcanzable cumbre
Como voluntario y último destierro.

Fotografía: Claudio Vidal, Chile.

viernes, enero 25, 2008

Los días van tan rápidos

Gonzalo Rojas
De Contra la muerte, 1964.


Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.

Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura donde termina el hueso, me voy a mi semilla, porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.

Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no lo crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo
allá en el fondo.

Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.

Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.

martes, enero 22, 2008

Si mi alma hubiese sido más fuerte
Y mi fuerza no sucumbiera ante mi mutismo
Si mi estrella no se acobardara por la brillantez
Tal vez no te hubiese perdido
Y este lamento no bajaría húmedo hasta mi cuello
Haciéndose huella y sendero
Al amparo de tus ojos que ya no hablan
Huérfano de tus palabras que ya no acarician.

Quedarás a orillas de mi fragmentada sonrisa
Sabiéndote quien derribó tiernamente mis presagios
Empuñando los lacónicos recuerdos enmascarados
Inventándole una razón a mi cobardía.

Serás verso antiguo y aguda poesía
De esas que cimientan las tardes de lluvia
Un par de noches sin pretensiones ni luna
Y manantiales de rolas, tonos y melodías

Que harán lecho entre mi oído y tus lejanías.

miércoles, enero 16, 2008

Bene...de...tti

“…Bien sabía él que la iba a echar de menos
Pero no hasta que punto iba a sentirse deshabitado…”

Deshabitado del huracán de sus miradas
Desprovisto de la osadía de sus mieles
Desalojado de sus parajes y sus comarcas
Desterrado de su memoria y sus ayeres.

No sabría él como habitar las honduras y los rincones
Cómo sostener hábilmente ese inquietante vacío
Cómo desteñir esos sabores
Cómo entibiar ese nido.

Bien sabía él que renunciaba a sus vidas prometidas
Que lanzaba sin rumbo los destinos encomendados
Que las palabras no brotarían más en prosa ni en poesía
Que los inviernos nunca más olerían a sándalos.

Bien sabía que la lluvia ya no haría grietas en su ventana
Tratando, celosa, de aliviar los cuerpos afiebrados
Que una flor perfecta sólo abre una mañana
Que el viento no mecería más los avellanos.

Mas quiso ser estatua y pulso suspendido
Secar con sus manos el cántaro de sudores
Inventarse raudales de sueños que ahuyentaran el frío
Atarse firme en rafia para aquietar los temblores.

Bien sabía él que la iba a echar de menos,
Mas no sabia por que su alma aún vibraba,
Bien sabía ella que le debía un olvido,
Un beso en la frente… y otro en la nostalgia.

lunes, enero 14, 2008

A qué sabe la soledad?
Sabe a acantilado…

A mar abierto,
A amaneceres,
A universo.
Sabe a hambre,
A luna quieta,
A días en estampida,
Sabe a templo.

Sabe a derrota.
Arpa huérfana,
A fantasma,
A desierto,
Sabe a julio,
A fé marchita,
A llama extinta,
A lástima dormida.

Sabe a bosque de eucaliptus,
Después del estornudo de la lluvia.

A veces sabe a tormenta
A ráfagas de viento o de rocío
Que alborota la cabellera
Y silencia el oído.

Otras… sabe a canción de abuela
Lenguas sabias
Corazón aguerrido
A mieles de infancia
Ruinas de la memoria
A sombra de lo que marcha
A escarcha y olvido.

sábado, enero 05, 2008

Se me escapan las manos hacia laberintos inexplorados
Se me escapa el murmullo que roza los sentidos guardados
Se me escapan las pieles de su armadura esmaltada
se me escapa el deseo tras el semblante de hada.

Ella se permite desplegar alas y amansar los vientos
Ella es capaz de mitigar los roces en su etéreo cuerpo
Ella traiciona la vulnerabilidad de la sed carnal
Ella condecora la fantasía haciendola real.

Hada impaciente, alegoría de los impulsos
Mujer-Ave imprudente, orgullosa de sus lustros
Niña vanidosa, eternamente envidiada
Amante silenciosa, mágicamente transformada.

Ella cautiva lo que yo he renegado
Ella olvida lo que no he olvidado
Ella me gesta en su vientre de musa alada
Ella percibe el calor, los sueños, las ganas.

Abre displicente sus sienes
Hacia salivas ardientes
Ensancha sus labios
Lamiendo los espacios.

Se contempla y se suaviza en su piel de bordado vírgen
Humedece las miradas que la salpican y la revisten
Agudiza el vaivén de sus caderas al arrimo de sus caricias
Sugiere la locura hacia el borde de sus pupilas.

Mujer alada, me desprende del sosiego
Alborota mis entrañas con su aleteo
Enardece los vértigos de antaño sin permiso previo
Hace eco de mis voces que gimieron en secreto.

Deja mi piel en calma fantasma de mi ego!
Deja cumplir mi presagio de soledad y encierro!
Deja de bullir como ave en insaciable celo!
Deja vivir en claustro este anhelante cuerpo!

jueves, enero 03, 2008

Fue una noche tibia
Dócil con mis duelos
Sabia en sus afectos
Pronta en la consigna.

Fue una noche cuna
Espontáneo columpio
Cálida como refugio
Ninfa taciturna.

Fue una noche de media luna
Emblema de lo que cierra
Aguda simpleza
Elocuente clausura.

Fue una noche generosa con el alba
Dejó paso abierto al sol
Desvistiendo su luto
Coherente con la madrugada.

Cuando el mar se tiñó de azul
Y llovieron estelas en sus aguas
Cuando despertaron las gaviotas
Y mi piel ya sabía a algas…

Divisé mi ahora nítido horizonte
y ya no estabas tú…