Si mi alma hubiese sido más fuerte
Y mi fuerza no sucumbiera ante mi mutismo
Si mi estrella no se acobardara por la brillantez
Tal vez no te hubiese perdido
Y este lamento no bajaría húmedo hasta mi cuello
Haciéndose huella y sendero
Al amparo de tus ojos que ya no hablan
Huérfano de tus palabras que ya no acarician.
Quedarás a orillas de mi fragmentada sonrisa
Sabiéndote quien derribó tiernamente mis presagios
Empuñando los lacónicos recuerdos enmascarados
Inventándole una razón a mi cobardía.
Serás verso antiguo y aguda poesía
De esas que cimientan las tardes de lluvia
Un par de noches sin pretensiones ni luna
Y manantiales de rolas, tonos y melodías
Y mi fuerza no sucumbiera ante mi mutismo
Si mi estrella no se acobardara por la brillantez
Tal vez no te hubiese perdido
Y este lamento no bajaría húmedo hasta mi cuello
Haciéndose huella y sendero
Al amparo de tus ojos que ya no hablan
Huérfano de tus palabras que ya no acarician.
Quedarás a orillas de mi fragmentada sonrisa
Sabiéndote quien derribó tiernamente mis presagios
Empuñando los lacónicos recuerdos enmascarados
Inventándole una razón a mi cobardía.
Serás verso antiguo y aguda poesía
De esas que cimientan las tardes de lluvia
Un par de noches sin pretensiones ni luna
Y manantiales de rolas, tonos y melodías
Que harán lecho entre mi oído y tus lejanías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario