martes, mayo 20, 2014

Sobrevivencia


Convoco a un tenaz  duelo
La palidez cadavérica de la inercia
Con los rubores intensos
Que tiñen mi existencia

Y que esta daga fluorescente
Ampute  la migración del tiempo
Sepultando a la muerte
En su lecho macilento


Porque hoy ocupo el espacio destinado a lo perdido
Y broto desde la noche hasta la lluvia
Convertida en vuelo deserto del viejo y lacerante abismo
El que imantó mi cuerpo hasta tragar la espuma

Porque hoy declaro ser cómplice de la vida
Y seco mis inviernos embozándolos al calor
De este horizonte que se alarga como labios en sonrisa
Del nuevo y tierno abismo que me imanta al amor.