sábado, agosto 02, 2008

El sol brilló en sus ojos tristes
Formando arcoiris en el centro de sus lágrimas
Se deslizaban los colores entre sus mejillas y mis labios
Y un beso púrpura se instaló, dudando…

Bebí la sal blanquecina de su boca escarlata
mientras me hundía en el verdor de su mirada
tomé con cautela su corazón anaranjado
y le dejé partir con un silencio en negro y blanco.

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