jueves, enero 03, 2008

Fue una noche tibia
Dócil con mis duelos
Sabia en sus afectos
Pronta en la consigna.

Fue una noche cuna
Espontáneo columpio
Cálida como refugio
Ninfa taciturna.

Fue una noche de media luna
Emblema de lo que cierra
Aguda simpleza
Elocuente clausura.

Fue una noche generosa con el alba
Dejó paso abierto al sol
Desvistiendo su luto
Coherente con la madrugada.

Cuando el mar se tiñó de azul
Y llovieron estelas en sus aguas
Cuando despertaron las gaviotas
Y mi piel ya sabía a algas…

Divisé mi ahora nítido horizonte
y ya no estabas tú…

1 comentario:

Aeronautes dijo...

Mariposa nueva, la satisfacción me invade por tu metamorfosis...
porque comienzas hoy la segunda parte de tu epopeya.

Y estás regresando
del precipicio mismo del intrincado pasado;
es hoy estación de nuevas flores en tu sonrisa,
de buena tierra en tu corazón cicatrizado;
es tiempo de originales adornos en tu pelo,
y de gentiles y entusiastas pasos en tu contorno.

Mariposita mía, aunque no lo seas,
agita tus noveles alas de escamas,
llena de color todos los rincones de tu comarca,
tu mudo y renovado aleteo,
trae alegría al corral de mi sordo encierro.