Ya entendí el mensaje...
Comprendí la razón de tu huida
No pudiste salvar el peligro de nuestras palabras
Tuviste miedo de tu propio encanto
Roen tus cadenas el deseo
mas las atan aún más fuerte tu culpa
Puedo entender el porque de tu partida
Mas no puedo entender
El porque de mi espera.
miércoles, febrero 22, 2006
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