La noche sabe esconder el rostro y sus mensajes
Se jacta de ser la soberana del misterio
Sabe de nostalgias tanto como de amantes
Y acecha sin aviso todos los puntos cardinales
He visto la noche vestirse de tarde
Mintiendo
Cubriendo el sol con su manto arrogante
La he sentido salar mis labios
Mientras esparce su cabello azabache.
Pero esta llanura oscura
De latidos flagelantes
No pertenece al universo
Ni
a la rotación estable
Esta
espesa negrura
Que
estalla en salinos caudales
Saciándose
de silencios
Es
toda mía y de mi cuerpo
Sombrío
Y delirante.