domingo, abril 06, 2014

Reencuentro


Tanto tiempo cargué tu nombre en silencio
Y cada vez que te nombraba
Una estampida de mar tronaba en mi pecho

Y así, en muda ternura te imaginé riendo
Jugando en el nido invisible
Que tejí para ti al hilar cada recuerdo

Dos ojos almendras
Me llamaron con un ceño
De solemne tristeza

Cabello color arena
Esparciéndose en el viento
Revelando la inevitable certeza

Tres corazones salvándose
Del oleaje y del vértigo
Hasta encontrarse...