domingo, mayo 27, 2018

No hace falta excusas
Ni pretextos que expliquen o aturdan 
Lo lograste,
Después de intentarlo tanto
Lograste la herida perfecta
La mortal
La irremediable.
Me quedé con los brazos a media asta
En luto por mi amor que amaba.

El dolor es la intensa ilusión de haber creído en mis fantasmas
Lo mejor de ti, fue lo que inventé 
Lo que mentí
Para llenar mis fantasías de ser amada

Ahora, sólo vistes de extranjero
Nada en mi reconoce tus gestos
Eres un idioma extraño
Un desierto
La piel que cambio
Un fútil silencio
Escondiéndose del miedo 
Acalambrado
Dos abismos que miran hacia dentro
El reverso del hombre deseado
Eres ausencia espesa 
Oleosa, 
Que resbala por mis manos
Eres amor del muerto


Despedido y enterrado.

lunes, abril 23, 2018

Bitácora de un ángel de paso









Desciendo
marco las lápidas intactas
vacías
los muertos no han sido sepultados
pasean victoriosos con sus pulidas exequias
extraídas del comercio a plazo eterno

Desciendo
vértigo
el agua escasa gotea
en los labios de un niño
para hidratar la sed
de un futuro inalcanzable
lloro
mis lágrimas abundantes
no alcanzan su boca
y le veo morir deshidratado sepultado el instinto
bajo árido desierto

Desciendo
vomito
el engaño y la codicia
han labrado vastos terrenos
fertilizando el egoísmo
y la ceguera

Desciendo
me disfrazo
me paseo calle abajo
busco el cementerio
o la cripta
o un templo
todo está vacío
todo está yermo
y me acuesto en pleno centro
para regalar sonrisas
nadie las quiere
y me miran con ojos sospechosos
entonces
las vendo.

martes, marzo 06, 2018


Mi santuario preferido
Mi fiel refugio
El que aún no migra
Ni huye, ni elude mi errático pulso

El que viste mi presencia
Y  alberga las precisas fibras
Para sentir sus caudales fecundos
Fluyendo en latidos

Piel, manto sagrado de la estructura perfecta
Frontera orgánica que arropa
La sincronía arquitectónica de músculos y huesos
Lienzo que ofrece rincones, pliegues y aromas
Y los sensuales sentidos que permite recorrerlos

La cíclica sabiduría celular
Liderando la existencia corpórea
Sin señalética ni finalidad
Más que su aguda obstinación
De reconstruirse en silencio
Sanando y muriendo

Mi templo 
Mi cuerpo
Humilde ante la indiferencia
De mi conciencia empecinada en extraviarse
En el afuera

(Cuando debamos despedirnos
Déjame alimentarte con mi último suspiro
Agradecida de la sombra, los rastros y las huellas
Que me permitiste ir vaciando en el azar de nuestra coexistencia)