viernes, enero 30, 2009


Asomas tu vergüenza
Justo bajo el puñal de la venganza
No creas que el abandono sirve de alivio
Cuando el sudor recién comienza
Recuéstate a un costado de mis ganas
Sabes que aun no me he dormido
Y que puedo verte empuñando la rabia
A través de los párpados ceñidos.

Te levantas y te paseas
Giras, caminas y tropiezas
muda sonrío de tu torpeza
mientras llenas y vacías
las valijas, los recuerdos y la conciencia.
Sigo con los ojos cerrados
E indiferentes
dejándote pensar que estoy soñando
escucho a tu impotencia clavarte el alma
mientras me contemplas vorazmente.

Se que no podrás partir hoy ni mañana
Que los pies se te atrofiaran en el borde de mi cama
Que te quemarà la sangre cuando pienses en mis manos
Abanicando tu cuerpo convulso y sudado
Se que no podrás deshacerte de mi pelo ni mis labios
Que no podrás ahuyentar la imagen trenzada
De tu carne entre mis grietas ardientes y mojadas.

Ves? Ya estás llorando, cobarde
Deja tu falsa hidalguía y recuéstate a mi lado
Ya te convenciste que no puedes dejarme?
Que no puedes cargar con nuestro ígneo pasado?

Escucho un silencio perverso y extraño
Decido no mirarte la vergüenza
Y aguardar que llegues a mis brazos
Justo en el instante
En el preciso instante
En que oigo el disparo.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Plofffff!!!!!!!!!!!

Qué final!!!

Pablo dijo...

Es demasiado perfecto el instante
Y ahí están todos los detalles

La pura impotencia
La pura polvora

Demasiado bueno.

Basquiat dijo...

desgarrador, cada verso se va llevando algo de uno, sobre todo para los que como yo vamos identificando cada escena como algún posible recuerdo.
prometo volver pronto para leer los demás con más calma, me ha gustado mucho lo que he encontrado, gracias por la invitación.
un beso.