Sexto Delirio

Después de tu partida de eficaz tortura
Sudando sobre la noche, he decidido
Tomar la antigua tinta, la antigua pluma
Y escribirte en verso antiguo

Tiemblan mis manos sobre el papel en sepia
Mientras se afiebran desbocados mis sentidos
Me susurran una tras otra las palabras que sonrojan
Hasta al más audaz de mis latidos

Me apresto a transcribirte los espasmos de mi vientre
Cuando mi pluma vuela en un caudaloso suspiro
Se aleja de mi mano, dejándome a solas
Con mi temblor, mi incendio y la desnudez de mis instintos.

Se marcha grácil sobre el riel del horizonte
Con mis sueños como mapa y tu piel como destino
Acariciando el aire que le sopla el impulso
Aterriza victoriosa en el eje de tus dominios.

Allí, coqueta juega a planear despacio
Surcando las riveras de tu oído
Se desplaza por el norte de tus labios
Desembocando al sur de tu ombligo.

Arrastrándose por la llanura de tu espalda
Como antorcha ardiente de ceremonia y rito
Deshiela las raíces congeladas
De tus músculos inflamados e indecisos.

Sin más pretensión que lastimarte
El orgullo tácito y rendido
Se mueve jadeante por tus costas
Hasta naufragar en tu rocío

Húmeda y hermosa impulsa su regreso
Volando sobre su vuelo de horizontes vencidos
Se posa nuevamente en mis manos aún temblantes
Y escribe este delirio…