miércoles, junio 17, 2009

Naturaleza

Ella se hizo de acantilados
toda su sangre era cascada
estrellándose
dentro de su cuerpo.

Nunca quizo ser trueno que deslumbra
y detiene el paso
mas bien queria ser llovizna que refresca
que tienta a abrir la boca
y beberla
gota a gota

En su pelo habitaban océanos azabaches
y el movimiento de su oleaje
podia acariciar la arena
o devastar corales

Toda su piel era sendero
rutas sinuosas
erosionadas por las horas
e hidratada por las lágrimas

Todas sus miradas relucían
como nieve bajo el sol
volviendose espejos
de otras pupilas

Toda su voz era tormenta
aún cuando callaba
y el silencio se le imponía
como arcoiris de nostalgias

Todos sus sueños eran
fosilizados recuerdos
de aquellos pre-tiempos
de cuando aún soñaba.

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Sueños petrificados.
Un día los mató la realidad.

Besos.

JR dijo...

podrías recoger arcilla de Caverna, filtrarla para pintar estos Versos
como Rupestres, preservarlos del tiempo.
besos volados.

La peor de todas dijo...

Qué bella alegoría. Encuentros sublimes de la naturaleza que nos rodea y aquella que llevamos dentro. Bello, amiga.
Un abrazo.
M.

Pablo dijo...

Como que mañana vuelves

Yo te respiro.