Atrévete a impregnarme
A diluirte en la mujer
Que tiembla en el caudal de mis venas
Insiste en desnudarme
Y domesticar a tu antojo
El instinto de mis caderas
Hazme brotar a tus pies
Seguirte con fidelidad de girasol
Derrámate en mi piel
Bajo mis manos mariposas
Y déjame revolotearte
Con efímera pasión
Como urge después de tanta espera
Habítame con urgencia
Que sólo tenemos por adiós
Esta primavera
lunes, septiembre 21, 2009
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10 comentarios:
La última estación del Via Crucis.
Porque a veces lo parece.
Un calvario.
Besos.
Demonios...dónde firmo??
P.D: Uno puede soñar no. Son cosas de la vejentud que mira a la vistancia.
Luego solo resta esperar el otoño, a sus vientos rebeldes y desfachatados. esos que sacuden ecos, esos que promueven un desprender. Caer (es necesario) cual dos hojas tambaleando, bailando con el viento, volviéndose remolino para reposar finalmente en tierra firme. en paz. La misma agua ya lleva sus fluidos entremezclados y habrán de resurgir los mismos en el milagro de lo no esperado.
Es claro...
Me encanto.
Y más.
Saludos!
Cas
Los ciclos continuan....
Cada estacion otorga los sentires adecuados, precisos y se deben disfrutar al maximo
Divinas letras
Besitos
es tan palpable la exactitud de este poema que has cogido de las mareas, bellisimo.
besos
"... Atrévete a impregnarme
A diluirte en la mujer
Que tiembla en el caudal de mis venas"
Eso es tremendamente sensual :-)
hermoso Cass, mucho mucho
besos, amiga
No sobrarían los versos,
si el deseado sincronizase.
Bersos, nuestros.
luz luz luz luz
alumbrada estas créeme
alumbras cada verso para que giren girasoles despistados.
besos volados.
Es lo que tiene enamorarse de un sueño.
Hipotecas la vida.
Y acabas pidiendo monedas bajo la lengua.
Un bexo y un verso
habita más no posee.
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