lunes, mayo 10, 2010

Pasajera

Arribo
desde el instante que ofrecí mis besos
esparcidos como gemidos de lluvia
pero que sólo lograron fertilizar el viento.
Hasta el momento
que perdí las excusas.

Y entremedio se abrieron
constelaciones de historias
brillando en sinfonías
frágiles y mudas
entonadas una a una
amedrentadas sobre el diván de la noche
oxidadas por su silencio
inocentes frente al abismo
donde miré el fondo de mis ojos
impotentes de ternura.

Allí encontré a la vida
lastimando mi indiferencia
obligándome a habitarla
emanando deseos
y causas
siempre inconclusas.
Arañando mi piel por dentro
advirtiéndole a mi boca
sus promesas
y sus renuncias,
delirando verbos
confrontando mi ausencia
y mi condición
obstinada y absurda
de pasajera
sin huellas
ni ruta.

4 comentarios:

Mariluz GH dijo...

Bienvuelta, Cass y con tan bellos y tristes versos que me han encogido el corazón.

Un abrazo grande para que no te sientas "absurda pasajera sin huellas ni ruta". No, mejor dos abrazos :)

Chiot dijo...

"Laissez, laissez mon coeur s'enivrer d'un mensonge,
plonger dans vos beaux yeux comme dans un beau songe,
et sommeiller longtemps à l'ombre de vos cils!"

Sunseeker dijo...

Ojalá encuentres el rumbo correcto para decidir tu destino, y nunca más te abandones al paso de la vida.

Un beso

mentecato dijo...

Qué maravilla tejer una urdimbre mágica a través de las palabras.

Un abrazo.