A medio camino

Soy boceto,
gérmen, iniciación, cópula.
Causa, raiz.
Soy el reflejo
de la mujer que asalta de improviso.
La boca en llamas,
la piel sometida a su propio espejismo.
Dos cristales de ébano
usurpando miradas.
Y una vertiente azabache salpicando mi espalda.
Soy eco de mi pasado invocando nuevos delirios.

Y no hablo de metáforas.

Sincronía

Él escucha su silencio desde lejos
Ella reconoce el sonido de su calma
Él traspasa las paredes con paso decidido
Ella desciende el temor y el vuelo

Él le dibuja, en la frente, un sueño
Ella vigila sus sentidos, asombrada
Él la besa recitando sus delirios
Ella le perfuma la espalda con su pelo

Él la toma entre sus ganas desbocadas
Ella dirige el caudal de su fiebre con los dedos
Él tiembla preguntándose hacia donde seguirá el trayecto
Ella acuna su impaciencia invitándole a habitarla

Él sabe
Ella intuye
Y librando todos los intentos
Ambos
Aman.

Arquitecto

Crea un momento
En que tus besos salpiquen mis labios
Sin temores a un Después

Inventa un tiempo sin prisa
Lejos de la veteranía de sabernos
Y del prematuro cansancio

Dibuja un amor sin firma
Ni Siempres encadenados
A los alargues exhaustos

Diséñame imperfecta
En osada desnudez

Hazme valiente ante lo incierto

Hazme ingenua como utopía
Y audaz como mujer

Modela mis deseos
Hazme creer
Débil bajo tu cuerpo
Y soberana sobre él.

Aθηναία ( Bajo el amparo de Atenea)

Traigo del silencio
Y de la ira
Como ritual y ofrenda
-Y en íntima vergüenza-
La cabeza de Medusa
Aquella que volvía piedra
Los mortales corazones
De quien osara verla.

Tú, que vengaste
La profanación de mi inocencia
Me inclino ante tu estampa
De sabia consejera.

Yo, aprendiz y profetisa
Aclamo tu justicia
Y envuelvo mis venganzas
En tu manto de sapiensa
Me someto a la pausa
Para aprender que la contienda
No es sangre desparramada
Sino la valiente estrategia
Del equilibrio y la nobleza
Entre la erudita templanza
Y el arte de sostener con fuerza
Mi propia
Égida.

*****

A cinco lunas de lo que fue desierto
Me sumerjo en la vertiente
Que brota
Y se ofrece
En cada verbo
De tu determinada promesa

Reconozco la silueta
Que dibujan tus deseos
-Que por azar
O por amor-
Coincide simétricamente
Con los contornos de mi cuerpo.

Tus caricias derrotan sin tregua
El veneno
Y sus espinas
Y habitúan a tus manos mis sentidos
Provocando huellas compartidas
Y la cómplice orientación de nuestro vuelo.