El
mago despierta a medio camino,
Antes
de él, tierra infértil y olvidos.
Antes
de él,
Las
aves llevaban su canto hasta sus nidos,
La
voz de las estrellas silenciaban su brillo.
Cincuenta
lunas titilando en sus pupilas
Le
hicieron hombre de mirada cautiva
Cincuenta
lunas calibrando su fuerza
Le
hacen vibrar el cuerpo y sus certezas
Se
asombra de sus manos
Cobijos
de luz acariciando pasados
En
su fragilidad se reconoce andando
En
su valentía se vence al mandato:
“Eres
hombre/mago
De
alas vírgenes, temblando
Eres,
risa y llanto
Amado
Y
amando…”
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