En la huella de mi espíritu sorpresivo, inquieto, delirante
Dejo las millares de vidas que anteceden a esta vida
Como en un delgado sueño de luces chispeantes
Me arrimo al infinito fulgor de mi sonrisa.
No sabía lo que era, hasta que tuve que serlo
Obligada por la esencia susurrante que invadía
Mis horas turbulentas y los instantes serenos.
Tuve mirarme a través de la carne y de la herida.
Sólo para descubrir que detrás del sol se hallaban
esperándome y provistas las barcazas de esta huida.
Me voy sin miedo porque aprendí a tomar tu mano
Sabiendo del estigma que clava tu frente a la mía
No lloré por lo perdido más que por el miedo a buscarlo
Y te hallé preciso y exacto, en el lugar que más temía.
martes, agosto 19, 2008
sábado, agosto 02, 2008
El sol brilló en sus ojos tristes
Formando arcoiris en el centro de sus lágrimas
Se deslizaban los colores entre sus mejillas y mis labios
Y un beso púrpura se instaló, dudando…
Bebí la sal blanquecina de su boca escarlata
mientras me hundía en el verdor de su mirada
tomé con cautela su corazón anaranjado
y le dejé partir con un silencio en negro y blanco.
Formando arcoiris en el centro de sus lágrimas
Se deslizaban los colores entre sus mejillas y mis labios
Y un beso púrpura se instaló, dudando…
Bebí la sal blanquecina de su boca escarlata
mientras me hundía en el verdor de su mirada
tomé con cautela su corazón anaranjado
y le dejé partir con un silencio en negro y blanco.
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