martes, marzo 10, 2009
Hurgo en la soledad que se perpetúa indemne
Y en la cercanía provisoria de mis sueños
Aquellos que razonaban melancólicos
A orillas de las noches abatidas.
Añoro las fantasías chispeando como fuegos
Cuando la euforia distrae
Y permite sentirse por una noche ángel
Que pide y se le concede
Olvidar la mortalidad más absurda, la que no cede
Esta que transita por las venas asegurando el veneno.
Pero callo,
Como callan los fantasmas frente al mar
Porque allí la sal les devuelve el recuerdo
Y se pegan las medusas a sus pieles transparentes
Inoculando lo que no fue
O lo que no vuelve.
Callo como se traga los gritos la ciudad
Rumiando indiferencias en cada esquina
Velo el silencio tosco de las tardes
En un requièm al verano que agoniza
Sobre mis hombros sus exequias
Y en el aire, los ardores
Se respiran, se atragantan y se vomitan.
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1 comentario:
Ese "se vomitan" me ha dado fuerte en toda la cara.
Espero que no.
Cataratas de Besos.
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