Le cobraré a mi muerte
Lo que no alcancé a ser, por dedicarme a vencerla.
Y todos los besos que no di
Por mantenerme alerta.
Le cobraré las horas de vigilia
Que gasté diseñándome la vida.
Le cobraré, con grandes intereses, mis sueños
Aquellos que fueron quedando y esperando
Hasta que fueron presas de la inercia
Y se escondieron calladitos y avergonzados.
Le cobraré a mi muerte
Con el precio más alto
El haberme dado tiempo suficiente
Para construir
Una historia tan cruel y bella,
Tan desgarradoramente intensa
Que ni aún ella,
Y sus zarpazos
Podrá nunca destruir…
lunes, marzo 30, 2009
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2 comentarios:
No podrá.
Seguro que no.
Zarpazos en el aire.
Inútiles.
Besos.
La muerte no tiene nada que perder,
por eso es poderosa.
Espero equivocarme.
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