viernes, marzo 06, 2009

Mujeres...


Es indudable que la mujer ha cambiado.
Y da miedo…gracias a este cambio hemos ido perdiendo la mayor parte de nuestra identidad. Da miedo la valoración actual de la mujer en cuán masculina puede llegar a ser. Vamos despreciando y a veces incluso anulando las cualidades femeninas por naturaleza.
Por ejemplo, las cualidades más valoradas de la mujer actual y “moderna” son la fuerza, el éxito, la competitividad, la frialdad ante situaciones difíciles o conflictivas, la resolutividad, la sexualidad desprendida, etc. Además de confeccionarse dentro de un quirófano, en modelos rígidos e uniformes, de estirarse las huellas del tiempo y deshacerse de las naturales curvas de nuestra geometría.

¿Qué pasa con aquella mujer suave, intuitiva, afectiva, maternal, sensual, cálida?. ¿Debemos renunciar a nuestras más profundas y arcaicas raíces para valernos entre nosotras?, ¿Qué tan lejos está la mujer “liberada” actual, de la Afrodita original?. Aquella mujer Diosa, seductora, sensual, poseedora de todos los misterios para cautivar a los hombres, cálidamente poderosa, musa inspiradora en silencio y reposo, en sabiduría y decisión.

¿De que estamos hechas las mujeres?
De pasión, de irracionalidad, de intuición, de empatía, de fuerza amorosa, de valentía, de ternura, de dos senos mamaderas que van cediendo a la gravedad con el paso del tiempo, de caderas firmes para sostener y sostenerse, de sonrisa fácil, de un surco húmedo que acoge y anida.

Sin interés de desprestigiar a la cultura de la silicona y las poleras mojadas, deseo para ustedes, los hombres, que se embelesen en el vaivén contracturado de dos senos de plástico y hasta se sometan al placer de todo lo que puede llegar a mostrar una mujer en una pantalla fría y lejana.

Sin embargo, también deseo para ustedes, que logren encontrar luego, cuando acabe la fantasía hollywoodense, una piel suave y cálida donde acurrucarse los días nublados, una palabra justa e inteligente, un gesto que diga “estoy a tu lado”, unos movimientos suaves, un roce sin grandes pretensiones, un sexo humedecido naturalmente por sus caricias, una mirada que enciende llamaradas, la hipnótica vacilación del instinto, la caricia del cabello perfumado entre los hombros, un cuerpo que llene el vacío de sus brazos, un abdomen lo suficientemente abultado para apoyar suave la cabeza luego del cansancio, en fin, eso que llama a quedarse…. y que enorgullece el "ser mujer".

A todas.... Feliz dia...
A todos... Gracias por ese pecho en el que nos refugiamos...

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Espléndido.
Sin más.

Besos.

Condevolney dijo...

Muac