Renuncio a esta loca bipolaridad
de mis actos inconexos
renuncio a transgredir mi búsqueda anclada
en este vacío traicionero
Renuncio a la desafiante mortalidad
a su estancia de finitud y miedo
errando bajo las sábanas del día
vertiendo sobre ellas su propio veneno
Renuncio al laberinto del ayer
a las grietas que mis labios dejaron en los besos
con la sangre enlodando la saliva
renuncio tragándome el salino recuerdo
Renuncio a la piel
a la hegemonía del deseo
sacudiéndome las manos suspendidas
renuncio a los prófugos intentos
Renuncio a la voz
Abdicando del silencio.
lunes, julio 06, 2009
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1 comentario:
ohhhh!
la renuncia es una forma de morir salvaje, o quizás de revivir más salvaje aún.
besos volados S.
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