Un llanto como aguijón al pecho
despierta al mundo
los ojos luciérnagos titilan asombrados
destellan vida, tregua, nacimiemto
Me recogen con el suspiro atragantado
y el ombligo aun latiendo
con el hambre de esperanzas succionando
y lactando
del deseo progenitor y misionero
No sé de ciclos ni lunas nuevas
la lluvia es un cincel tallando inviernos
los soles se trizan sobre la piel ingenua
atestiguando todos mis eneros
Recojo una a una las señales que van dejando
estoicos vagabundos de recorridos pretéritos
y desencajo sonrisas ambiguas, como por encargo,
y creo que la vida es este puñado de sortilegios
Un dia, se taladra la inocencia
y consumo el veneno rosado de amores misérrimos
un dia asumo el laberinto de mis venas
e invoco el pulso libertino y espeso
Me construyo alimentando la carencia
y en austera soledad, reciclo los miedos
con enmielado sarcasmo acobardo la fuerzas
y a mis entronadas valentias, les miento
Me plagio a mi misma
ensayo esta fragilidad en secreto
falsificando mi imponente dinastía
clavando mis alas al cemento
No sabía que habitaba una residencia clandestina
gobernada por la conspiración del tiempo
edificador de mis heridas
autor de los cerrojos en mi cuerpo
No sabía lo que era, hasta que tuve que serlo
obligada por la esencia que invadia
la esterilidad de mi anárquico silencio
y mi delirante incubación en esta vida.
viernes, agosto 21, 2009
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8 comentarios:
¡Qué hermoso el comentario que dejaste en mi blog!
Paso a leerte.
Un abrazo.
Tienes unas imágenes increíbles.
¡Bravo!
Cada vez escribes mejor.
El poema es enorme.
Buenísimo.
Estás inspirada.
Besos.
la Vida es un puñado de sortilegios...
cuanta razón en un sólo verso
me traslado a la caza de ballenas,
nunca pense que la mar sangrara.
genial y con mucha fuerza...
me gustao mucho S.
besos volados.
wow, palabras decididas para una muy bella construcción.
besos.
"No sabía lo que era, hasta que tuve que serlo"... qué versos más hermosos y profundos. Enhorabuena y gracias por compartirlos
besos :-)
Siempre se sabe,
Lo que pasa es que a veces no ejercemos esos roles
Demasiado bueno¡¡¡
Sabemos que duele.
Y las Cassandras de todos los tiempos lo saben antes que nadie.
Aunque no las crean.
Un bexo con tele
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