Me sostengo
con la última virtud
que recogí del aguacero,
luego de sembrar despedidas
despiadadas
a orillas del abismo
y al borde del miedo.
Pero me basta
tu lengua surcando la herida
para hacerme exudar
los mismos y vandálicos delirios
me basta tu dedo
agrietando mi espalda
arañando los vértices de mis sentidos.
Me basta
la precisión irreverente de tu lanza
para perder
compulsivamente
el equilibrio.
domingo, octubre 11, 2009
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8 comentarios:
el caer está en suspenso
pero versos
Te veo bien.
Muy equilibrada.
Besos.
Me dijo Ofelia que Arquímedes nunca tuvo razón al creer que su desequilibrio era cordura ;)
Besos filosóficos
extrañote
siempre
A veces para tener equilibrio hay que perderlo.
Ni el mismísimo conde drácula lo hubiera escrito mejor.
Me sorprendés.
Gracias.
Generás el impulso que lleva releerte.
Saludos Condesa!
ufffff... ¡genial!
desequilibrios equilibrados :-))
magnífico, amiga mía.
besos
Bello, realmente bello.
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