viernes, enero 22, 2010

Rito

Un vago trepidar de espejismos cabalgando
sobre las primeras carencias de esta madrugada
respiran paisajes que me obligan a buscarte
mientras tu imagen me embiste por la espalda

Percibo el calor de tu aliento hurgando en mi pelo
y disparo los ojos hacia el medio de la nada
aparecen tus labios como alucinaciones a destiempo
no enjuicio la realidad, dócilmente embriagada.

Recurro a mis manos para ayudarme a deshielar
las rutas escarchadas de mi piel en pausa
imaginando lo que tus dedos vagabundos
tatuarían, delicados, en las grietas de mi calma.

Encuentro el sendero palpitante y giratorio
trayecto estéril de antiguas noches congeladas
siento pulsar mi vientre, inquieto y generoso
y en solitaria complicidad, desnudo la mortaja.

Abro sedosamente mis alas ateridas
jugando a dos manos inventadas
las cobijo tiernamente, hasta que rocían
incinerantes, su deshielo en mi cama.

Llego al abismo con los ojos abiertos,
con la certeza de que no estás ni has partido
tiemblo de ausencias
sudo silencios
gimen mis labios en la escasez de tus besos,

Llego al abismo,
y arrojo al vacío la última gota
la última señal de derrota,
y entre temblores, sudores y gemidos sin destino
lloro bajo las sábanas inundadas de savia amarga
lloro sobre mis manos, artilugios de este rito.

4 comentarios:

Sunseeker dijo...

"Tiemblo de ausencias, sudo silencios, gimen mis labios en la escasez de tus besos..."

¡Cuanto desgarro!

Mira mi piel. De gallina.

Un saludo

TORO SALVAJE dijo...

No llores.
No es justo.

Besos.

Madame Bovary dijo...

Precioso poema. Me he quedado sin habla.

Un beso.

Meigo, aprendiz de Druida dijo...

Deliro leyéndote.
Muchos besitos.