martes, octubre 18, 2011

Delirio y Presagio


Habremos de gestar milagros
Noche a noche
Nutrir los sueños
Sembrar nuevas estaciones
Cubrir de alma el esqueleto
Sostener un nuevo nombre.

Dos pasos atrás queda el mundo
Con su mástil herido
Navegando entre el rumbo
Y el naufragio
Sacudiéndose gaviotas y albatros
Encallando su destino.

Habremos de distinguir
El crepitar de las voces
Del sutil acorde
De los sentidos.

3 comentarios:

Larisa dijo...

(¡Eh, esa foto la he visto hoy en un puzzle en El Cortinglés! ¡Mola!)

Apúntame en la lista de gestación de milagros, porfa. Ofrezco mi útero. Ah, que no tengo útero... Bueno, ofrezco mi naufragio. Puedo hablar sobre ello en seria conferencia. Que sí.

Distinguir el crepitar de las voces no me interesa en absoluto. Eso quede para los solemnes. Con suerte, entre alguno detrás de mí a comentar esto y se lo toma en serio y todo.

Te abrazo, profetisa favorita.

Logan X dijo...

Es importante distinguir lo que los sentidos nos quieren decir.
Nadie dijo que es fácil,
pero es importante.

Mariluz GH dijo...

Y a estas alturas de la vida, cuando ya nos hemos mimetizado con las dificultades ¿quién quiere lo fácil cuando se tiene otro corazón donde apoyar las lágrimas?

Ya... ya sé que me repito pero ¡es que escribes tan bien, niña! :)

besos y sonrisas