viernes, enero 20, 2012

Un quejido dócil se desprende del silencio
E incinera el intermitente espacio que se forma
Entre tu cuerpo y el mio
Contengo el sabor impreciso de la locura
Que sabe a vértigo
Y se desahoga por mis poros
Inundando las lógicas y el juicio
No cuestiono ni anticipo
No desistes ni postergas
La piel insiste
El beso aguarda
Mientras combates los segundos que nos distancian
Y yo escribo.

5 comentarios:

Mariluz GH dijo...

Mi niña poeta... esos versos, derriten hasta los diamantes más duros :)

dos por cuatro

TruHan dijo...

si pudiera leerte con otros ojos, podrias encender mi alma...

gracias por estar.

TORO SALVAJE dijo...

Bendita locura.
Déjala crecer.

Besos.

Sarco Lange dijo...

La mejor terapia antes que suenen las trompetas.

Bss.

Larisa dijo...

"La piel insiste
El beso aguarda".

Qué maravilla, profetisa.

Estos regresos son de traca.

Una abraçada.