Te dejo con tu vida
tu trabajo, tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.
Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro.
Te dejo frente al mar
descifrándote solo
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.
Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.
Estaré donde menos
lo esperes;por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartida
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Mario Benedetti
martes, noviembre 27, 2007
Mujer, amante y hechicera
muestra alba su simpleza
sin compleja explicación...
Hay quienes huyen cuando se sonroja
porque escapa de su sol
por pasión o por temor
(a ser herida en su calor)
Sencilla y virtuosa compañera
de noches a la deriva
se mantiene como guía, aclarando la razón...
¿La reconoces?
No importa lo austral que se encuentren tus pupilas
sé que esa noche a la distancia
la mimaste igual que yo.
viernes, noviembre 23, 2007
Me besas esta noche?
Solo esta…
Puedes socorrer estos labios que trasuntan el espacio
Rodeando tu espejismo?
Tengo miedo, amor….
(ya no atrapo mariposas)
Ya no vuelan mis palabras…
solo ecualizan el silencio.
Ya no tengo sacrificios que ofrecer
Se me han helado los disimulos…
Acude el cansancio
Se me atrofian los muslos.
No puedo visitar los recuerdos
sin quedar atrapada en las redes del dolor
Donde me redimo y temo…
Temo a la inercia de estos latidos
Temo a la ingravidez de este cuerpo
Temo a la anestesia permanente de mis sentidos…
Imagino mi historia sin esta trampa
Como niña arropada en melancolías
Me detengo ante mi piel enfriándose y vacía
Desprovista de rumores y caricias…
Predigo la soledad recurrente
La sequía de mis labios
Anticipo todas las ausencias
y este amor sentenciado a muerte.
Solo esta…
Puedes socorrer estos labios que trasuntan el espacio
Rodeando tu espejismo?
Tengo miedo, amor….
(ya no atrapo mariposas)
Ya no vuelan mis palabras…
solo ecualizan el silencio.
Ya no tengo sacrificios que ofrecer
Se me han helado los disimulos…
Acude el cansancio
Se me atrofian los muslos.
No puedo visitar los recuerdos
sin quedar atrapada en las redes del dolor
Donde me redimo y temo…
Temo a la inercia de estos latidos
Temo a la ingravidez de este cuerpo
Temo a la anestesia permanente de mis sentidos…
Imagino mi historia sin esta trampa
Como niña arropada en melancolías
Me detengo ante mi piel enfriándose y vacía
Desprovista de rumores y caricias…
Predigo la soledad recurrente
La sequía de mis labios
Anticipo todas las ausencias
y este amor sentenciado a muerte.
lunes, noviembre 12, 2007
La noche está fría,
pero no logra acallar este deseo…
Tu imagen me embiste por la espalda
Y sólo logro percibir el calor de tu aliento en mi pelo
Con los ojos clavados en la almohada
Aparecen tus besos como alucinaciones sin tiempo
No enjuicio la realidad ni me acobardan los misterios
Recurro a mis manos para ayudarme a navegar
Por esta piel desierta,
Investigando las huellas que tus dedos vagabundos
Dejaron en mi cuerpo
Encuentro el sitio tantas veces compartido
Palpitante, exultante y sediento
Lo cobijo tiernamente, como antes lo hacían tus deseos,
Acaricio sus pétalos moribundos
Queriendo arrebatarle al pasado un solo recuerdo,
Tiemblo de ausencias… sudo silencios…
Gimen mis labios en la escasez de tus besos,
Llego al abismo y arrojo al vacío la última gota
La última página de esta historia
Y entre temblores, sudores y gemidos sin destino
Lloro bajo las sábanas inundadas de savia amarga
pero no logra acallar este deseo…
Tu imagen me embiste por la espalda
Y sólo logro percibir el calor de tu aliento en mi pelo
Con los ojos clavados en la almohada
Aparecen tus besos como alucinaciones sin tiempo
No enjuicio la realidad ni me acobardan los misterios
Recurro a mis manos para ayudarme a navegar
Por esta piel desierta,
Investigando las huellas que tus dedos vagabundos
Dejaron en mi cuerpo
Encuentro el sitio tantas veces compartido
Palpitante, exultante y sediento
Lo cobijo tiernamente, como antes lo hacían tus deseos,
Acaricio sus pétalos moribundos
Queriendo arrebatarle al pasado un solo recuerdo,
Tiemblo de ausencias… sudo silencios…
Gimen mis labios en la escasez de tus besos,
Llego al abismo y arrojo al vacío la última gota
La última página de esta historia
Y entre temblores, sudores y gemidos sin destino
Lloro bajo las sábanas inundadas de savia amarga
Lloro sobre mis manos, artilugios de este rito.
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