- Ama!
Te lo ordeno!
Exclamaba Ella con un aliento
Que se le escapaba.
- Ama!
Deja de eludir el estallido
Deja de temer al desconcierto
Y al inminente suicidio.
No sigas defendiéndote del arrebato
De la pasión que reprimes
con tu lenguaje aterido.
Deja de mentirte.
- Ama!
Aduéñate de mis suspiros
Desciende por mi garganta
Vuelve a mi pecho obstruido.
-Ama!
Te lo ruego...
Imploraba Ella, dudando,
al corazón herido,
Desangrado,
Sin latido,
Que sostenía en su mano.
jueves, febrero 19, 2009
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3 comentarios:
Plas, Plas, plas, plas, y me levanto entonando un Bravo, acompañado por un requeteplas bañado de sentidas ovaciones, a ver si tu corazón herido y desangrado escucha de una vez al hado del amor y a ti gritando ¡AMA!, quizás sea la cabeza, que en su guerra particular al corazón deja sin alimento, helando la vena por donde corre al rojo vivo ese nutriente, hay dos soluciones, 1ª) hacer que el volcán de sentimientos se desate creando ríos de lava que deshielen la vena por donde tu voz, en grito, condena al corazón en rebeldía a ejercer de corazón, pero parece que de momento lo tienes metido en la nevera, 2ª) La desfibrilación ingrata, pero efectiva, me refiero a la desfibrilación urgente de miradas provocadoras, que conviertan al otro en eléctrica pasión y al tocarlo le metan de repente 3000 voltios al jodio, veras como despierta, mal herido pero nuevo y con ganas de recibir otra descarga, que esto engancha. Estas son solo disertaciones del poeta que con el mismo problema, de corazón, se atreve a sugerir a la poetisa el sueño que el aun no ha conseguido, ni siquiera tener en compañía de Morfeo, así que vuelvo al principio y aplaudo lo que me ha conmovido, tu genialidad al expresar lo que le ha ocurrido a tu corazón que vive sin latido.
Desde el alma farolera un fuerte y eléctrico beso destinado a tal efecto.
Me quedo con la desfribilaciòn inesperada... aquella que describes en elèctricas palabras, me quedo con el grito al corazòn rebelde, irresponsable con su labor.
Y tambièn me quedo con el volcàn oculto, callado, ansiando su pronta erupciòn.
clamor de vida ante la intermitencia, ante los latidos con un intervalo cada vez mayor, ante el amor que duda en ser pleno.
un abrazo.
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