miércoles, febrero 04, 2009


...y bajaré
a los suburbios de tu cuerpo
rastreando
las raíces de tu piel
...sentirás...
...sentiré...
Beberé tus ojos goteando por mi vientre
me acercaré con los labios abiertos
Con la saliva hirviente
Con los instintos sedientos
Seremos,
La consecuencia de un roce
El epitafio de un sueño
El estuoso mutismo
De un febril encuentro.
Y cuando abracemos la humedad
la convulsión póstuma
los férvidos latidos
cuando hayamos caído
del vértigo al abismo
acabaremos el viaje,
indefensos,
abrazados...
temblando,
solitarios...

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Ese "solitarios" final es un puñal clavado en el corazón.

Por lo verídico.

Besos.

Luzzy Duran dijo...

me ha gustado mucho tu poema, de verdad que haces sentir lo febriles silencios envueltos en abrazos finales.
Me llevo el link para pasar más seguido.
Un abrazos y muchos saludos vale :)