El silencio es una cascada de cosas dichas
a destiempo
lo que no callé me persigue, inmortalizándose
transfigurándose
en neologismos impresos en el aire
a los que nadie acude
quizás por no ser ciertos.
No eclipsaré el viento con voces uniformes.
Hoy prefiero la palabra erguida
las frases recostadas sobre este horizonte negro
me excita el vaivén insinuante
de mis manos escribiendo
tallando suspiros en blanco
deletreando lo que sucede aquí dentro.
Me descubro dos ojos mientras curioseo por mi rostro
que miran e hipnotizan la cadencia letrada
y dos dedos flagelando el contorno de mis labios
que murmuran oraciones tan salvajes
con saliva evaporada
Se resbalan los verbos como besos
salpicando una a una mis pestañas
advierto el cauce que se va escribiendo
entre mis senos desnudos
esculpiendo el latido errante
dibujando parábolas en mi vientre
que enseñan de vértigos acuosos y gerundios
Desciende la tinta invisible por mis caderas
trazando un fino espasmo hasta mis muslos
se sumerge en la oratoria de mi sexo
ahogando entre los roces sus constrictos argumentos
Decido dejar mis manos libres,
las requiere un mayúsculo deseo
dejo las letras agonizar sobre mi cuerpo convulso
...para escribir, ya habrá otro momento.
No eclipsaré mi piel por un silencio
miércoles, julio 29, 2009
Sobrevivencia
Dejé de respirar
cuando supe que en el aire se suspenden
cientos de células
huérfanas e inertes
de tu cuerpo y el mío
Y yo más muertes nuestras
No resisto.
cuando supe que en el aire se suspenden
cientos de células
huérfanas e inertes
de tu cuerpo y el mío
Y yo más muertes nuestras
No resisto.
lunes, julio 27, 2009
Vuelo Nocturno
Salgo,
con un espumoso vértigo atrapado en las entrañas
recorriendo calles sombrías y humeantes
entre lenguas de serpientes emborrachadas
y anti-vírgenes nocturnas que se pasean vacilantes.
(Mostrándome lo que carece mi propia carne
sabiéndose inútilmente envidiadas.)
La noche es certera en encontrar las cavidades
los vacíos que asfixian ilusiones viejas
sabe punzar la miseria de las pobres soledades
y exhumar todo lo que fue dejando huellas
(Asumo la oscuridad como ciego cómplice
de mi vuelo transgresor, liberado y valiente)
La noche es experta en doblegar la cordura insuficiente
y se acomoda sinverguenza en la grieta dilatada
donde convergen calladitas, estáticas y dementes
las razones que fecundan la humedad de mis ganas
Tres ojos me siguen la pureza indecente
pero engreída esquivo la tormenta de miradas
mientras mi sangre bulle pulsando las sienes
tiñendo los labios que usaré como carnada
Disparo al centro huracanado que urge en devorarme
con hambrientos dientes de decapitados fantasmas
desnudo mis sabores con lentitud exhasperante
embriago el aire con mi piel de amapola deshojada
Cedo al rubor que desacata a la muerte
con la inmortalidad que yace entre mis piernas
y a las fibras más ceñidas que ya no ligan ni retienen
la promiscua evolución de mis alas abiertas
con un espumoso vértigo atrapado en las entrañas
recorriendo calles sombrías y humeantes
entre lenguas de serpientes emborrachadas
y anti-vírgenes nocturnas que se pasean vacilantes.
(Mostrándome lo que carece mi propia carne
sabiéndose inútilmente envidiadas.)
La noche es certera en encontrar las cavidades
los vacíos que asfixian ilusiones viejas
sabe punzar la miseria de las pobres soledades
y exhumar todo lo que fue dejando huellas
(Asumo la oscuridad como ciego cómplice
de mi vuelo transgresor, liberado y valiente)
La noche es experta en doblegar la cordura insuficiente
y se acomoda sinverguenza en la grieta dilatada
donde convergen calladitas, estáticas y dementes
las razones que fecundan la humedad de mis ganas
Tres ojos me siguen la pureza indecente
pero engreída esquivo la tormenta de miradas
mientras mi sangre bulle pulsando las sienes
tiñendo los labios que usaré como carnada
Disparo al centro huracanado que urge en devorarme
con hambrientos dientes de decapitados fantasmas
desnudo mis sabores con lentitud exhasperante
embriago el aire con mi piel de amapola deshojada
Cedo al rubor que desacata a la muerte
con la inmortalidad que yace entre mis piernas
y a las fibras más ceñidas que ya no ligan ni retienen
la promiscua evolución de mis alas abiertas
sábado, julio 25, 2009
jueves, julio 23, 2009
Diálogo Interno
¿Conoces los días tristes?
-¿Son aquellos en que las horas cargan secuelas de lluvia en los ojos?
No
-¿Entonces aquellos que se desploman sobre los hombros queriendo ser cargados?
Tampoco
-¿Serán aquellos en que los colores huyeron hacia la noche?
No
-¿Cuáles son entonces?
Son aquellos que duran más de lo que dura un beso.
-¿Son aquellos en que las horas cargan secuelas de lluvia en los ojos?
No
-¿Entonces aquellos que se desploman sobre los hombros queriendo ser cargados?
Tampoco
-¿Serán aquellos en que los colores huyeron hacia la noche?
No
-¿Cuáles son entonces?
Son aquellos que duran más de lo que dura un beso.
martes, julio 21, 2009
Hoy mi deber...
Debería estar deshojando
cada pétalo de tiempo
en vez de triturarlos
en el paredón de mis párpados.
Dejar de sospechar de lo perdido
hurgando entre osamentas
cabalgando en círculos
intermitentes
erráticos
suspendidos.
Debería estar sintiendo
las fibras de una piel que emerge
suave, limpia, nueva
después de haberse incinerado
en el centro de la hoguera
del ritual de olvidos
y pasados.
El latido clama su derecho
a rugir con fuerza
descalibrando la quietud de mi pecho
y las lágrimas desisten de su permanencia
cansadas de salar
el vértice de mis labios.
Debería deshonrar las excusas
para escribir malgastando deseos
caducos y pretéritos
y comenzar a besar
impúdicamente
con besos que sofoquen
los pretextos.
cada pétalo de tiempo
en vez de triturarlos
en el paredón de mis párpados.
Dejar de sospechar de lo perdido
hurgando entre osamentas
cabalgando en círculos
intermitentes
erráticos
suspendidos.
Debería estar sintiendo
las fibras de una piel que emerge
suave, limpia, nueva
después de haberse incinerado
en el centro de la hoguera
del ritual de olvidos
y pasados.
El latido clama su derecho
a rugir con fuerza
descalibrando la quietud de mi pecho
y las lágrimas desisten de su permanencia
cansadas de salar
el vértice de mis labios.
Debería deshonrar las excusas
para escribir malgastando deseos
caducos y pretéritos
y comenzar a besar
impúdicamente
con besos que sofoquen
los pretextos.
martes, julio 14, 2009
Insomnia
Cuando la noche se vuelve mustia
y reptan los segundos
con esa languidez desesperante
cuando el sórdido crepúsculo
acude a mi ventana
y la abraza
cegándola
velando mis ojos abiertos
percibo el tiempo
erguido y desafiante
víbora enlutada
de pasividad violenta
dosificando
inteligentemente su veneno
mordiendo leve pero certeramente
las venas
de mis sueños.
y reptan los segundos
con esa languidez desesperante
cuando el sórdido crepúsculo
acude a mi ventana
y la abraza
cegándola
velando mis ojos abiertos
percibo el tiempo
erguido y desafiante
víbora enlutada
de pasividad violenta
dosificando
inteligentemente su veneno
mordiendo leve pero certeramente
las venas
de mis sueños.
miércoles, julio 08, 2009
Adios a Cassandra
Me arreglo el cabello, el de ébano
contengo mis pupilas, las de tierra
esparzo la piel salvaje, la de loba
muerdo mis labios, los de cera.
Felina camino entre palabras
agazapada y atenta
gata herida
sin garras ni instinto
que ronda por las noches
y se sacude de día.
Cambio de piel cada atardecer,
con el sol goteando en los despojos
lamiendo las heridas derramadas en cántaros cardenales
que rebosan el vapor de la sangre ardiente
y penetran los abismos húmedos
y los muslos
y los valles.
Hay ruidos allá afuera,
de besos y fantasmas
espectros invisibles que no cesan de ahuyentarme.
Hay sombras que despiertan
moderando los quejidos de mi alma
siluetas clandestinas que insisten en hallarme.
Elegante,
visto el mutismo de mis ojos
con frases de fusil,
asomo a tientas un retazo de aquella piel
de cortesana hastiada de seducir.
Me detengo ante un espejo que sangraba
herido por la loba, mutilado por la gata
aún con la sangre invadiéndolo como rocío
resbalando por mi imagen escarlata
me reflejó a una mujer temblando
y desnuda
que decía llamarse Cassandra.
contengo mis pupilas, las de tierra
esparzo la piel salvaje, la de loba
muerdo mis labios, los de cera.
Felina camino entre palabras
agazapada y atenta
gata herida
sin garras ni instinto
que ronda por las noches
y se sacude de día.
Cambio de piel cada atardecer,
con el sol goteando en los despojos
lamiendo las heridas derramadas en cántaros cardenales
que rebosan el vapor de la sangre ardiente
y penetran los abismos húmedos
y los muslos
y los valles.
Hay ruidos allá afuera,
de besos y fantasmas
espectros invisibles que no cesan de ahuyentarme.
Hay sombras que despiertan
moderando los quejidos de mi alma
siluetas clandestinas que insisten en hallarme.
Elegante,
visto el mutismo de mis ojos
con frases de fusil,
asomo a tientas un retazo de aquella piel
de cortesana hastiada de seducir.
Me detengo ante un espejo que sangraba
herido por la loba, mutilado por la gata
aún con la sangre invadiéndolo como rocío
resbalando por mi imagen escarlata
me reflejó a una mujer temblando
y desnuda
que decía llamarse Cassandra.
martes, julio 07, 2009
Redencion
Mientras giro
y aún dudo,
me permito
los errores
ondulantes
de mis caderas.
Entonces,
asumo
ser
demasiado mujer
para ser perfecta.
y aún dudo,
me permito
los errores
ondulantes
de mis caderas.
Entonces,
asumo
ser
demasiado mujer
para ser perfecta.
lunes, julio 06, 2009
Renuncia
Renuncio a esta loca bipolaridad
de mis actos inconexos
renuncio a transgredir mi búsqueda anclada
en este vacío traicionero
Renuncio a la desafiante mortalidad
a su estancia de finitud y miedo
errando bajo las sábanas del día
vertiendo sobre ellas su propio veneno
Renuncio al laberinto del ayer
a las grietas que mis labios dejaron en los besos
con la sangre enlodando la saliva
renuncio tragándome el salino recuerdo
Renuncio a la piel
a la hegemonía del deseo
sacudiéndome las manos suspendidas
renuncio a los prófugos intentos
Renuncio a la voz
Abdicando del silencio.
de mis actos inconexos
renuncio a transgredir mi búsqueda anclada
en este vacío traicionero
Renuncio a la desafiante mortalidad
a su estancia de finitud y miedo
errando bajo las sábanas del día
vertiendo sobre ellas su propio veneno
Renuncio al laberinto del ayer
a las grietas que mis labios dejaron en los besos
con la sangre enlodando la saliva
renuncio tragándome el salino recuerdo
Renuncio a la piel
a la hegemonía del deseo
sacudiéndome las manos suspendidas
renuncio a los prófugos intentos
Renuncio a la voz
Abdicando del silencio.
jueves, julio 02, 2009
Atrapada
No puedo partir...
tengo al mundo
sentado en mi pecho.
Te veo ir
enredado entre las dudas
con dos gotas de nostalgia
resbalando de tu ceño.
Me quedo
entre las rejas hiladas
que al caer
forman mis lágrimas.
tengo al mundo
sentado en mi pecho.
Te veo ir
enredado entre las dudas
con dos gotas de nostalgia
resbalando de tu ceño.
Me quedo
entre las rejas hiladas
que al caer
forman mis lágrimas.
miércoles, julio 01, 2009
Carencia
Quiero que asumas
la autoría de este deseo,
las razones de mi piel sin causas.
Que aceptes que tras tu imagen
-y a tus espaldas-
anidaron los infiernos.
Aunque la lluvia intente
e intente
sofocar la herida en llamas
sólo logra (entre mis manos)
lubricar los intentos.
la autoría de este deseo,
las razones de mi piel sin causas.
Que aceptes que tras tu imagen
-y a tus espaldas-
anidaron los infiernos.
Aunque la lluvia intente
e intente
sofocar la herida en llamas
sólo logra (entre mis manos)
lubricar los intentos.
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